En estos momentos ha dado comienzo la sesión de la Cámara de Diputados de la Nación, en la que se considera la llamada ley ómnibus que envió el Poder Ejecutivo al Parlamento y que imagina una actividad intensa y extensa, porque se habla de 30 ó 40 horas de sesión para tratar esta iniciativa.
Recordemos que en un principio el instrumento contaba con 664 articulos, y con las propuestas de modificaciones y pedidos de la oposición dialoguista, se recortó a 386 artículos.
Esto significa que además del tratamiento en general, con la opinión de los distintos bloques, habrá que analizar la ley en particular, o sea todo hace suponer que será una sesión maratónica.
El oficialismo, que tiene minoría de diputados, necesita el apoyo de los bloques denominados dialoguistas para conseguir la aprobación en general,y después, en el tratamiento en particular, habrán distintas posiciones, incluso con pedidos de modificación por parte de los citados bloques dialoguistas.
Se sabe -no podía ser de otra manera- que la izquierda propicia el rechazo total de la ley al igual que el kirchnerismo, aunque en este último caso no sorprende la actitud de los representantes del último gobierno, que es el gran responsable de todo lo que está pasando ahora, y que provocó la victoria impensada del presidente Javier Milei.
Precisamente, apoyado en la base de los votos, el gobierno nacional se apuró para enviar esta llamada ley ómnibus y el DNU 70/23, que está a consideración de la comisión bicameral del Congreso.
Todos los medios están cubriendo lo que pasa en Diputados, casi como si fuera una transmisión en cadena, porque se sabe que lo que pasa es un desafio al gobierno, para conocer si consigue el necesario respaldo para sancionar una ley, que luego deberá ir al Senado para su aprobación. Pero hoy está librando la principal batalla, teniendo en cuenta la fuerza de la oposición mas dura, que ofrece en los alrededores del Congreso el paisaje de la protesta, con organizaciones sociales, piqueteros, camporistas, kirchneristas y demás.
Vale señalar que desde principios de siglo no se ha venido dando lo que hoy ocurre en el Parlamento, o sea una sesión en plena temporada estival. El último día de enero y los primeros de febrero 2024 están escribiendo páginas para la historia política y legislativa del país.
Comentarios