MALENA REPARTIO CAJAS NAVIDEÑAS COMO NINGUNA...

 


El tango dice que Malena canta el tango como ninguna. Esta otra Malena, Galmarini, antes de dejar el cargo de presidenta de AySA, operó de Papá Noel y repartió cajas navideñas como ninguna.
Porque como cuenta la nota de La Nación de hoy, firmada por el destacado periodista y escritor Hugo Alconada Mon -autor de un gran libro La ciudad de las ranas, en el que cuenta episodios de la historia en forma de novela entre el entonces gobernador de Buenos Aires, Dardo Rocha y el presidente de la Nación, Julio Roca, en aquel año 1882 de fundación de la ciudad de La Plata- días antes de cerrar su gestión Malena Galmarini repartió cajas navideñas por 120 millones de pesos.

Adquirió 10 mil unidades que se distribuyeron entre 8000 empleados de AySA, después de que le presidente Javier Milei afirmara que no había plata e impulsó un recorte del gasto público.

Malena hizo caso omiso a lo expresado por el presidente y repartió estas cajas navideñas. Alconada Mon dice que esas cajas contenían un budín de vainilla, un pudding, algunas garrapiñadas, un turrón y algo de nucrem, además de almendras, cereal y manaái con chocolate.

Antes de salir de AySA  Malena compró y repartió 10 mil cajas entre 8000 empleados, con un costo de 119,9 millones de pesos. La firma que proveyó las cajas es de San Fernando. Se trata de OAG SA que entregó las cajas el 19 de de diciembre.

Allegados a Malena dijeron al periodista que no era un gasto innecesario o superfluo, sino portuno "en un momento duro, como una manera de paliar el desastre que está generando este nuevo gobierno".

Dice Alconada Mon que AySA genera apenas el 19,2 por ciento de los ingresos que requiere para opear, según información de la Oficina de Presupuesto del Congreso, elaborado con datos de 2021. El faltante se cubre con créditos de organismos multilaterales o con fondos del Tesoro Nacional, como los que en  octubre de este año giró el entonces ministro de Economía, Sergio Massa -esposo de Malena- por un total de 42.436 millones de pesos.

La firma OAG se comprometió a entregar los 10 mil kits navideños en la Dirección de Relaciones Institucionales de AySA, a cargo de Mayra Mariani, mujer de confianza extrema de Massa. Acota el periodista que Mariani durante ocho años fue directora general de Responsabilidad Social Empresasria en la Municipalidad de Tigre, donde también fue concejala del Frente Renovador.

Como si esto no alcanzara para provocar una cierta preocupación, Mariani también decidió el destino de otras partidas presupuestarias de AySA como el patrocinio oficial de un torneo de tenis en Tigre, de la categoría ATP Challenger, que organizó la Asociación Argentina de Tenis, por lo menos dos veces, en el club Náutico Hacoaj.

Alconada Mon continúa su investigación diciendo que la firma OAG facturó 3029 pesos porc ada uno de los 10 mil panes dulces, por ejemplo, 1619 pesos los 100 gramos de almendras con chocalate o 1225 pesos el pudding de 300 gramos, valores que resultan difíciles de tabular y comparar en un contexto de alta inflación. Agregó que intentó conctactar a los responsables de la firma OAG SA, Javier Palau y Mercedes Sala, pero no respondieron los mensajes telefónicos ni los correos electrónicos.

El tema no quedó aquí porque el periodista recordó el escándalo que se armó cuando la propia Malena Galmarini encabezó una operación que significó que AySA adquiriera 613 utilitarios y 7 camiones por 25,4 millones de dólares a una concesionaria Renault,  vehículos que todavía no llegron a los depósitos de AySA. A raíz de esta operación hay una investigación penal que analiza el juez Ariel Lijo.

Otro episodio que roza a la ex funcionaria se refiere a partidas para la clorificación del agua, con un costo del orden de los 110 millones de dólares al año y en el que medra el empresario Mauricio Filiberti, cuyos voceros el proceder por las características que clifican como "únicas" de su empresa.

Por eso desde la órbita de Malena restaron importancia al tema de las cajas navideñas y los 120 millones de pesos en medio de la crisis y del ajuste que anunció el presidente Milei. "No es un gasto desafortunado, por el contrario es algo que todas las empresas públicas o privadas entregan a sus empleados", sostuvieron.

Contrasta el contenido de la caja navideña de AySA con el austero de la llamada cajita feliz que recibieron los empleados municipales de Quilmes.

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