La Confederación General del Trabajo, CGT, se despertó del letargo de cuatro años de sopor con los Fernández y ahora pretende el protagonismo con el gobierno de Javier Milei, que apenas lleva 17 días.
La CGT, ATE, la CTA y otras organizaciones armaron una marcha para este mediodía a los Tribunales de la calle Talcahuano para pedir el rechazo al DNU 70, que contiene una enorme cantidad de temas y que toca distintos intereses, entre ellos los de los "gordos" de la CGT.
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, alertó sobre esta nueva marcha, la tercera en tan poco tiempo de gobierno y dijo que volverá a aplicarse el protocolo antipiquetes. En ese sentido, se volvió a habilitar la línea telefónica 134 para recibir denuncias de eventuales extorsiones, con aquello de que si no se va a la marcha se dejará de cobrar el plan.
Lo curioso es que el gobierno ha respondido con aquello de que el que marcha y corta una calle no cobrará el plan. Paradojas de una Argentina diferente, que con la llegada del disruptivo Javier Milei está viviendo una bisagra política en su historia.
En medio de esta situación, aparecen los dislates, como el del inefable Luis D´Elía, quien adelantó que van a cortar la ruta 3.
Incluso el kircherismo, en su sector mas duro, volvió a reflotar la idea del helicóptero, que aplicó en su momento con Mauricio Macri, y no le salió bien porque el presidente cumplió su mandato y fue el primero que lo consiguió cuando en el gobierno no hay peronismo.
Ahora los muchachos kirchneristas aceleran la oposición y pretenden liberarse de todos los despropósitos que generaron en los últimos cuatro años de gobierno, que desencadenaron la profunda crisis económica que Milei graficó con la expresión de "la peor herencia de la historia".
Nadie quiere hacerse cargo de su responsabilidad. Milei está cumpliendo con lo prometido y ya adelantó que si no le aprueban el DNU, recurrirá a un plebiscito.
Además, la senadora Carolina Losada ha presentado el DNU como proyecto de ley.
De todas maneras, los muchachos de la CGT sienten que peligrans sus privilegios y marchan... como no lo hicieron nunca con Alberto y Cristina Fernández, y mucho menos con Sergio Massa, al que terminaron apoyando en su candidatura, con una derrota aplastante, como para que se pongan a pensar si no están regando lejos de la maceta.
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