Los cacerolazos que anoche se produjeron en algunos lugares de Capital y otros del país, tras conocerse la palabra del presidente Javier Milei fueron una respuesta directa de un sector de ciudadanos frente a una propuesta revolucionaria en todo sentido.
El DNU que deroga 300 leyes y los 30 temas que dio como anuncio en el discurso, con muchos mas en el texto del decreto publicado en el Boletín Oficial, pone en carpeta una cantidad de cuestiones que hacen a la vida de la República, en lo económico, en lo social, en lo institucional.
Podrá estarse de acuerdo o no con el DNU pero no podrá decirse que Milei faltó a su palabra, cuando en campaña hablaba de terminar con la casta -por los privilegios de los políticos- y de producir un cambio radical, con la apuesta económica principal para reducir al máximo el déficit fiscal.
Milei dio cuenta del diagnóstico que siempre predicó desde la campaña, con un cuadro de situación por demás agravado con los síntomas de un paciente que al decir del vocero presidencial, Manuel Adorni, se moría y había que salvar.
De aquí en mas se abre la puerta del Congreso para saber cómo reaccionarán los legisladores frente al desafío del presidente.
Ya se notan movimientos de sectores que se sienten afectados. Desde la jefa comunal de Quilmes, Mayra Mendoza, que habló de un "industricidio" hasta la CGT, que prepara alguna medida de fuerza (¿son los mismos que durante cuatro años no le hicieron ningún paro a Alberto Fernández y que apoyaron la candidatura del ministro de Economía, Sergio Massa?), hasta los grupos sociales como el Polo Obrero o la izquierda, que en las elecciones cosecha porcentajes exiguos de votos y que pretende hacerse notar...
Milei podrá cosechar o no réditos de su propuesta audaz, pero nadie podrá decir que se apartó de sus convicciones. Incluso se animó a decir en notas periodísticas que además de este DNU habrá otras medidas. Digamos que este fin de semana estará en el tradicional comedero televisivo de Mirtha Legrand, por el Canal 13.
Lo importante es que la gran agenda del DNU de Milei pondrá en escena cuestiones que durante mucho tiempo han quedado relegadas, desde la ley de alquileres a la posibilidad de que los clubes de fútbol pasen a ser sociedades anónimas si así lo deciden, desde la reforma laboral a la vuelta de la receta digital, desde la apertura de las exportaciones a la derogación de las leyes de promoción comercial e industrial, desde la ley de tierras a la de góndolas o la de abastecimiento, desde la ley de manejo del fuego a la reforma del código aduanero... Y muchísimo mas.
La apuesta, el desafío, las convicciones del presidente se han manifestado en toda su dimensión y ahora será el Poder Legislativo el que tendrá la palabra desde la Comisión Bicameral hasta el recinto de ambas Cámaras.
Hay un país nuevo que pide cancha y lógicamente los que se sienten afectados en sus intereses van a defenderlos con uñas y dientes. ¿Quién logrará ganar la apuesta?
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