DNU DE MILEI: AHORA EL CONGRESO NACIONAL TENDRA LA PALABRA

 Por Eduardo Menescaldi

El DNU anunciado por el presidente de la Nación, Javier Milei, y publicado en el Boletín oficial ha generado mucho ruido político, sobre todo en el kirchnerismo.

Por eso, no debe extrañar para nada la afirmación de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, quien aseguró que el decreto atropella al Congreso nacional.

En ese sentido, ahora tendrá la palabra el Parlamento, que por fin podrá cumplir sus funciones, porque será la Comisión Bicameral la que tendrá que dar su resolución sobre la viabilidad o no del decreto. Asimismo, estará la justicia para responder a los eventuales amparos que se puedan presentar.

Podrá discutirse si corresponde o no que la maraña de temas que incluyó el DNU tengan vigencia, pero lo importante es que desde el Poder Ejecutivo se pone en autos una serie de cuestiones que en los últimos años la política dejó de lado, desde la ley de alquileres a la libertad de las importaciones y exportaciones.

Así las cosas el kirchnerismo parece sangrar por la herida. Nunca van a aceptar la enorme derrota que sufrieron en el balotaje, con un candidato, que de ministro de Economía con superpoderes pasó a ser un personaje en las sombras (¿Dónde está el hombre de Tigre, Sergio Massa?).

Resulta positivo que la política asuma responsabilidades con el desafío a la que la somete el DNU.

Hay constitucionalistas que ponen las objeciones sobre el DNU, mas que nada en la forma en que se presentó, pero que al mismo tiempo dicen  estar de acuerdo con la mayoría de los temas que plantea.

Recién pasaron casi dos semanas desde la llegada del nuevo gobierno, que ganó las elecciones precisamente porque con la disrupción mostró el objetivo de cambio revolucionario frente a lo que produjo el sistema que en los últimos veinte años reinó en la Argentina, excepto el fallido interregno de Mauricio Macri.

La CGT, ATE, organizaciones sociales, la izquierda, etcétera, es decir, sectores que se mantuvieron  ausentes y mudos durante los últimos cuatro años de gobierno ahora saltan como leche hervida, porque ven afectados sus intereses prebendarios. Como muestra basta un botón: los 5 mil millones que reciben los intermediarios de las organizaciones sociales, como la que manda Eduardo Belliboni.

En fin, los que hoy ponen sobre el tapete que la República está en peligro, como lo hicieron durante el macrismo, se olvidan de los males que se multiplicaron en el país con las dos décadas de kirchnerismo, acentuados en el último período K.

Cabe esperar que el Congreso se ponga las pilas. Este año ambas Cámaras sesionaron muy poco y la excusa del DNU es una gran apuesta y desafío para que el Parlamento vuelva a funcionar en plenitud.

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