MASSA VS. MILEI: FALTAN DOCE DIAS PARA EL BALOTAJE Y CINCO PARA EL DEBATE

 Por Eduardo Luis Menescaldi

La Argentina vive un momento muy especial de su historia politica institucional. Cuando se acerca la fecha de las cuatro décadas de democracia ininterrumpida, un logro que tuvo como pionero al presidente Raúl Alfonsín y que se fue consolidando con el correr de los años con los distintos gobiernos, con sus buenas y sus malas, hoy se está a un paso del balotaje, que definirá al futuro presidente entre dos candidatos, Sergio Tomás Massa y Javier Milei.

Dos personajes totalmente diferentes, con antecedentes muy distintos y con una incertidumbre a flor de pie sobre lo que podrán concretar si les toca gobernar.

Massa tiene sobrada experiencia, con saltos en distintos partidos y con contradicciones propia de quien sabe acomodarse a las circunstancias. Porque alguna vez prometió que los K nunca mas y que iba a barrer a los ñoquis de la Cámpora, y sin embargo se unió a los K y logro que el peronismo se encamine con su candidatura, aunque algunos lo hacen con preocupación o con incógnita sobre lo que finalmente podrá realizar.

Massa dice que la líder del kirchnerismo ya fue y asegura que si lo votan el será el que mande, y que de ninguna manera va a ser otro Alberto Fernández de CFK.

Y continua su campaña, como ministro, como presidente en ejercicio y como candidato, ahora dando la pista de que designará a un ministro de Economía de otro partido, si es electo.

Para conquistar indecisos, votantes enojados por la derrota de Patricia Bullrich, sobre todo los que se inclinaron por Horacio Rodríguez Larreta en las PASO, también radicales que siguen al presidente del partido, Gerardo Morales, el gobernador de Jujuy, que si bien quiere convencer de que apuesta a la neutralidad, también apela al eufemismo y dice que debe hacerse todo lo posible para que no gane Milei. A buen entendedor...

En la otra vereda se encuentra este outsider, Javier Milei, Quien alguna vez apareció como panelista en el programa Intratables, y que en ese escenario se animó a armar el partido libertario y lanzar al ruedo una serie de ideas disruptivas, como la dolarización, el cierre del Banco Central, la reducción del Estado, la supresión de los planes y los subsidios, etcétera.

Con este mensaje captó a muchos jóvenes, que se sintieron representados por alguien que apuntaba contra la "casta" política y que venía sin antecedentes a revolucionar la política argentina.

Por eso ganó las PASO, pero no le alcanzó ser primero en las generales, aunque tuvo una buena cuota de votantes, que le permiten soñar ahora con llegar al sillón de Rivadavia.

Milei, con la anuencia del líder del PRO, Mauricio Macri, ensayó una fórmula audaz de unión de libertarios y el sector "bullrichista" para armar una alianza con el objetivo de lograr que se termine el reinado kirchnerista en el país.

Otro referente de la política, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, se pronunció duramente contra Massa y le criticó su política económica y cómo afecto a su provincia.

Hoy las encuestas hablan de cierta paridad entre los dos candidatos, a pesar de que la experiencia que estos datos dan últimamente han tenido muchas equivocaciones.

La semana sigue su marcha y la próxima parada política será el domingo en la Facultad de Derecho de la UBA, cuando ambos candidatos se presten a un debate que promete tener un alto rating.

Quizás sea la fórmula especial para que los indecisos y los que están anunciando que no van a ir a votar cambien de idea y finalmente decidan ir y sufragar.

El otro domingo, 19 de noviembre, será la gran final, el balotaje para saber definitivamente si Massa, o sea el continuismo o Milei, algunos hablan de salto al vacio, deciden quién será el nuevo presidente de los argentinos.

Mientras todo esto ocurre, el ciudadano común sabe que le cuesta llegar a fin de mes, crece la inflación, no se encuentra el trabajo genuino, las denuncias de corrupción no mueven el amperímetro -los casos Insaurralde y Chocolate Rigau -son fiel ejemplo-, la inseguridad sacude, etcétera. 

Quiera Dios iluminar al elegido para que piense de una vez por todas por el ciudadano común y deje de lado el beneficio personal.

Comentarios