Fue el 9 de noviembre de 1989. De manera pacífica y sin que haya sangre por disparos de armas de fuego, la población alemana derribó el Muro de Berlín. Ese muro, instalado en agosto de 1961, dividió la capital alemana por casi tres décadas.
Esa demolicion permitió la unificación de Alemania y significó el fin de la guerra fria y la construcción de un nuevo orden mundial.
La segunda guerra mundial terminó con Alemania, y su capital, Berlín, dividida en cuatro zonas controladas por cada una de las potencias que ganaron la guerra: URSS, Reino Unido, Francia y Estados Unidos.
El sector soviético se fue transformando en un lugar de difícil vivencia por falta de libertad y la gente fue pasando a otro mas agradable.
En determinado momento la URSS decidió evitar esos pases y decidió el 13 de agosto de 1961 la construcción de un Muro, que separó a Berlín en dos partes.
Entre 1961 y 1988 mas de cien mil ciudadanos de la RDA intentron cruzar el muro para escapar al sector occidental. Según la página oficial de la ciudad de Berlín, cerca de 140 personas murieron al querer huir por los disparos de la policía.
El 9 de octubre de 1989 una multitud de cerca de 70 mil personas se manifestó en forma pacífica en el centro de Leipzig, pidiendo libertad de paso. Estas personas se atrevieron a pasar por primera vez por la temida sede de la Stasi, la policía secreta de la República Democrática Alemana.
Gritaban en alemán !Somos el pueblo!.
Una semana mas tarde mas de cien mil personas se concentraron en el centro de Leipzig.
Las protestas se extendieron por toda Alemania oriental. El 4 de noviembre, cientos de miles de personas se manifestaron en Alexanderplatz, Berlín oriental, pidiendo una reforma democrática.
Cinco días mas tarde desde el Ministerio de Gobierno de Alemania Oriental se anunció que "de inmediato" se levantaría el Muro. Una multitud entendió que había terminado la existencia del Muro y literalmente derrumbó el Muro. Hubo festejos, abrazos, besos, gentes que se volvieron a ver después de tantos años...
El Muro de la Verguenza terminaba derrumbado por la pasión por la libertad.
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