Mientras Alberto Fernández volvió a aparecer para ratificar que sigue siendo elpresidente hasta el 10 de diciembre -se reunió con el presidente electo Javier Milei en Olivos, con una foto de distancia que lo dice todo, o sea vale como milpalabras- desde el periodismo K no se acepta el resultado del balotaje.
Sandra Russo, desde Página 12, sostuvo que el pueblo se equivocó en la votación. Curiosa expresión que no tiene nada de democrática.
El sociólogo Atilio Borón había anunciado que quemaría todos sus libros en una biblioteca muy poblada si ganaba Milei. Otra expresión de intolerancia de un distinguido intelectual.
Víctor Hugo Morales habló de los profesionales, los científicos, los intelectuales, los artistas, etcétera, y el resultado del balotaje, para decidir guardar un minuto de silencio. ¿No será una expresión intolerante de un autoritarismo exacerbado?
Jorge Fontevecchia, quien alguna vez presentó a Sergio Massa como el futuro líder latinoamericano, presentó una contratapa negra del diario Perfil. ¿En su escuela de periodismo se enseñará de esta manera la independencia profesional?
Dicen que a la hora de la proclamación de Javier Milei, desde la TV Pública se pasaba La pantera rosa... y alguno recordó que ese apodo se le daba al dictador Jorge Rafael Videla.
Desde la TV Pública, Télam, Radio Nacional, ya pusieron en marcha la resistencia porque el presidente electo anunció que piensa privatizar los medios públicos para que no sean una usina de propaganda oficialista. En todo caso, Milei sigue fiel a sus principios de defensa a ultranza de la libertad.
La realidad, que es la única verdad, filosofía griega, que alentó el general Perón en toda su vida política, dice que Milei tuvo 14,5 millones de votos, o sea un 55% -fue el presidente mas votado, detrás de Perón en su momento- contra el 45% de Sergio Massa, con 11,4 millones de votos.
Las reglas de las democracia son claras y el nuevo oficialismo, que recién asumirá el 10 de diciembre, tendrá que poner en marcha sus ideas, lógicamente con la necesidad del acuerdo, el consenso, la negociación ante un Parlamento adverso. Eso significa tener que acordar cada una de las iniciativas que se envíen desde el Poder Ejecutivo.
Los que proclaman que ganó la derecha, tendrían que poner las barbas en remojo y darse cuenta de que la mayoría votó contra la impunidad, la corrupción, el choreo, la hipocresía, la inseguridad, etcétera.
Muchísimos jóvenes adhirieron a la propuesta libertaria, seguramente buscando un futuro mejor, con la mirada puesta en la esperanza en los días que vienen (como dice el poema del peruano Augusto Tamayo Vargas).
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