EL BALOTAJE Y LA FALSA OPCION ENTRE DEMOCRACIA Y DICTADURA


 Por Eduardo Menescaldi

Una jefa comunal, que tiene directa relación con el oficialismo, dijo que el balotaje del próximo 19 de noviembre enfrenta la opción de democracia o dictadura.

Curiosa expresión para definir lo que va a ocurrir ese domingo de este mes, porque cada candidato tiene sus pro y sus contra en el análisis de sus antecedentes.

En el caso del candidato oficial, al que apoya esta intendenta, habría que recomendarle que le eche un vistazo al libro Massa confidencial, del periodista Christian Sanz, una pieza literaria que se puede leer por internet, vía digital, y en el que sorprende la historia política del candidato, con un rosario de situaciones que hacen pensar que no sería el hombre ideal para conducir los destinos del país. 

Si la lectura de ese libro no la satisfacen, habría que recordarle expresiones del propio Massa en los últimos años, donde la contradicción parecen ser moneda corriente. No hay que olvidar que Massa fue el "culpable" de que no se pudiera lograr el propósito de Conti cuando habló de "Cristina eterna", para lo cual había que modificar la Constitución.

También Massa proclamó en su momento que iba a barrer a los ñoquis de la Cámpora, suscribió ante un periodista que para el los K y el kirchnerismo nunca mas. Hay videos al respecto a los que se puede recubir en los archivos.

Massa parece ser una persona con vaivenes, y los adjetivos de ventajero -que le puso Mauricio Macri- y de panqueque -por la forma de darse vuelta- no están alejados de la realidad.

En todo caso es un tipo pragmático, que muestra de una voraz pasión por el poder y que marcha a paso firme hacia la presidencia, mas allá de que en estos momentos todo lo que dice y hace son propios de alguien que está manejando hoy el Poder Ejecutivo (porque el constitucional electo, Alberto Fernández, está prácticamente pintado, como un jarrón chino).

Todavía debe responder Massa su realidad política, sobre todo frente a Cristina y Máximo Kirchner. Cuando la periodista María Laura Santillán se lo insinuó, respondió con bronca que esa expresión era una chicana. La periodista debió repreguntar al candidato si iba a ser el Alberto Fernández de CFK. No lo hizo y la gran duda está latente.

EL LIBERTARIO

Precisamente la falta de definición concreta de Massa sobre CFK es la herramienta que utiliza el otro candidato para jugarse los porotos por esta elección.

Javier Milei llegó a la consideración y el escenario público con la bandera de que iba a terminar con la casta política, o sea con los políticos que gobernaron  el país en los últimos cuarenta años.

Asimismo lanzó ideas algo alocadas en materia económica, como el cierre del Banco Central, la dolarización, el ajuste del Estado con la reducción de los Ministerios a la mínima expresión... Y también habló del uso de armas, la venta de órganos, criticó al Papa Francisco -lo llamó la representación del Maligno- ... en fin una serie de condimentos que hicieron que se lo comparara con los polémicos Bolsonaro en Brasil y Trumph en los Estados Unidos.

Milei no tiene antecedentes de gobierno, solo su participación legislativa en la Cámara de Diputados, de reciente data, pero sin demasiado protagonismo.

Los seguidores del libertario, con posibilidades de integrar un futuro gabinete, también muestran disrupciones, capaces de provocar estupor y preocupación. De eso se valen  los seguidores de Massa para instalar la campaña del miedo, como aquello de que con Milei el boleto de tren estará por las nubes, que se quitarán los planes, los subsidios, etcétera.

Un sector de la oposición, fundamentalmente los protagonistas de la fuerza que quedó en tercer lugar el 22 de octubre, rápidamente se metieron en la propuesta Milei. Mauricio Macri y Patricia Bullrich fueron los motores, y eso generó una cuestión que implosionó, sobre todo en un sector del radicalismo.

Mientras el presidente de la UCR, Gerardo Morales, hablaba de un neutralismo sui generis -en ese sentido decía que haría todo lo posible para que no gane Milei-, otros se manifestaban por una neutralidad total, o sea, no votar por ninguno de los dos candidatos.

Pero un video mostró al propio Sergio Massa en un acto de raíz radical, recordando a Raúl Alfonsín -seguramente el padre de la democracia sería muy critico de estos personajes que apostaban a la neutralidad por un lado y por el otro se mostraban con el candidato del oficialismo- por lo que el balotaje tendrá a muchos radicales votando por Massa y repudiando a Milei.

Los que se deciden por Milei y no por el voto en blanco entienden que será mucho mas fácil de controlar, por el hecho de no contar con mayorías en las cámaras, en las provincias o en los municipios, a diferencia de lo que sería el gobierno de Massa.

Por más que Massa hable de un gobierno de unidad nacional, hay sospechas de querer hacer massismo como en su momento ocurrió con el kirchnerismo, que se enganchó al poder, para estar 16 de los últimos 20 años de democracia, con los lamentables resultados que están a la vista, como desocupación, inflación, explosión del dólar, corrupción, impunidad, etcétera.

En síntesis, el balotaje ofrece optar por un candidato que parece ser la imagen de la continuidad del actual oficialismo y otro que quiere ser la revolución, el ajuste y algunas expresiones disruptivas, que sin embargo se han visto diluidas en los últimos días por la reacción de la opinión pública.

El 19 de noviembre es el día D del balotaje. Una semana antes será el gran debate, que seguramente será para aclarar dudas y en muchos casos decidir el voto.

Pero, la realidad dice que no se trata de democracia o dictadura, en todo caso las apariencias engañan...

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