16 DE NOVIEMBRE, DIA DEL TAQUIGRAFO PARLAMENTARIO

                                 Taquígrafos: 140 años del cuerpo


 Hoy, 16 de noviembre, se celebra el Día del Taquígrafo Parlamentario, porque hace 77 años se creaba la Asociación Argentina de Taquígrafos Parlamentarios (AATP).

Digamos que el Cuerpo de Taquígrafos de Diputados de la Nación nació en 1878.

En ocasión de cumplir 140 años, en el 2018, hubo un reconocimiento por la minuciosa y comprometida labor al servicio de la actividad parlamenaria.

El entonces presidente de la Cámara, Emilio Monsó, destacó el trabajo que llevan adelante estos profesionales.

Recordemos que la taquigrafía es el arte de escribir a la velocidad del habla.

HISTORIA

La demanda de contar con un cuerpo de taquígrafos en el Congreso de la Nación surgió por iniciativa del presidente Domingo Faustino Sarmiento, para registrar los debates parlamentarios y dar fe de todo lo sucedido y aprobado en el recinto de sesioens.

Para ello se recurrió a los dos únicos y primeros taquígrafos de la época: Eduardo Camaña y Emilio Inzaurraga. Con ellos nació el cargo de taquígrafo "con la jerarquía de funcionario público, ya que es el que atestigua todo lo que sucede en la sesión".

Era necesario contar con profesionales en el país y por eso, años antes se inauguró la cátedra de taquigrafía en el Colegio Nacional Carlos Pellegrini, dictada por Guillermo Parody, adaptador del sistema inglés Isaac Pitman. La cátedra-semillero dio sus primeros taquígrafos que ingresaron en 1872 al Cuerpo de Taquígrafos del Congreso, creado ese mismo año.

Recién en 1878 la Cámara de Diputados cuenta con su propia dirección de taquígrafos como consecuencia de que las dos cámaras (senadores y diputados) no podían sesionar simulatáneamente por falta de taquígrafos. Fue así que se creó un cuerpo de taquígrafos para cada Cámara.

EL TRABAJO

Los taquígrafos son la pieza clave de la actividad legislativa. Registran todas las sesiones y aquellas reuniones de comisión que lo solicitan. Trabajan por lo general en parejas o en forma individual y cumplen turnos de cinco minutos, en que se produce el reempalzo para componer lo registrado. Al cabo de unos 45 minutos, cuando se completó

                                        El taquígrafo de lápiz


la rotación, reingesan al recinto. El texto final resulta controlado por los revisores bajo al supervisión del director.

LOS SISTEMAS

Hay dos sistemas que se emplean: el manuel y la estenotipia. El manual cuenta con signos, método creado por el director de taquígrafos durante 1904 y 1913, Gabriel Hilario Larralde, quien adaptó al español el código del inglés Isaac Pitman. Este sistema es el mas usado en el país.

Como la meta es registrar el mayor número de palabras con la menor cantidad posible de trazos, se usan líneas rectas o curvas que representan sílabas. Todos los sistemas, además, funcionan por fuga de vocales. De esta manera, un taquígrafo puede captar 189 palabras por minuto, el doble que un experimentado dactilógrafo.


                              Máquina de estenotipia

También existe el registro con máquinas de estenotipia, método de escritura rápida. Con este instrumento se pueden ejecutar pulsaciones con una o mas teclas presionadas en forma simultánea. 

CONCENTRACION

El trabajo del taquígrafo requiere mucha concentración y velocidad, sobre todo en las sesiones y al calor del debate, se debe tomar nota de los discursos de diputados que hablan con una rapidez de hasta 180 palabras por minuto cuano la media es de 100 a 120 palabras por minuto.

LOS PROFESIONALES

Los integrantes de los cuerpos taquígrafos son profesionales, en su enorme mayoría con títulos universitarios o terciarios. La mayoría proviene de las ciencias jurídicas, también hay licenciados en letras, contadores, calígrafos públicos, traductores, comunicadores, periodistas. 
El querido director de Taquígrafos de Diputados, Guillermo Castellano -autor de un libro al respecto, Testimonio- explicó que "se necesita gente con formación profesional que pueda reconstruir el discurso de un diputado, que quizás en el fervor de su exposición haya perdido claridad en lo que quería expresar. Muchas veces el diputaod no cerró una oración o dijo en negativo algo que debía decir en positivo o se equivocó de nombre, una norma, una fecha. Allí es donde entra en juego la habilidad intelectual del taquígrafo para dar sentido a lo que se quiso decir, cumpliendo siempre la norma que indica que se debe respetar entre el 80 y 90 por ciento de las palabras que pronunció el legislador".

La misión de los taquígrafos es que a minutos de concluido un debate esté listo el diario de sesiones, con la versión escrita del debate. Eso requiere velocidad y precisión, así lo exige el trabajo en equipo. Cada cinco minutos hay que realizar los relevos y por eso es importante el trabajo coordinado. 

Ojos y oídos de las cámaras legislativas, los taquígrafos cumplen una misión silenciosa, que va escribiendo la historia legislativa argentina.

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