El economista Sebastián Menescaldi, director asociado de la consultora Eco Go, es autor de una nota publicada en el matutino Clarin con la sentencia de que el peso fue otro ganador inesperado de la pelea del pasado 22 de octubre.
Comienza diciendo que nuevamente fallaron las encuestas, porque no primó el escenario de tercios y finalmente se balanceó hacia el centro "con Sergio Massa como el mas favorecido al sobrepasar en votos a un estancado Javier Milei. El espacio de Patricia Bullrrich fue el segmento perdedor".
Agrega que ante la victoria de Massa, otro de los ganadores en el desempeño electoral fue el peso argentino "que pudo salir a flote en la semana recuperando parte de su valor. Se puede decir que de alguna manera que pudo salir a tomar una bocanada de aire, aunque sigue metido dentro de un río revoltoso",
Sebastián recuerda que semanas atrás declaraciones de Miei sobre el valor del peso y su política de dolarizar la economía "llevaron a familias, empresas e inversores a buscar deshacerse de los mismos. Así los depósitos a plazo fijo comenzaron a desarmarse y retrocedieron mas de un 20 por ciento en términos reales, mientras que otros activos no indexados nominados en esta moneda también fueron liquidados ante la epectativa de su destrucción.
"Las empresas y familias buscaron refugio tanto realizando la compra de los pocos bienes que existen en la oferta (y a precios muy por encima de los valores internacionales), adelantando la adquisición de servicios turísticos o educativos, o también con la compra de dólares o de activos financieros dolarizados.
"La carrera por sacarse los pesos de encima llevó a que la brecha cambiaria con el tipo de cambio oficial supere el 200% en el caso de los dólares financieros, tras crecer más del 26% en algunos casos antes de las elecciones. Nadie quería quedarse en pesos ante la fuerte incertidumbre sobre el día después de las elecciones.
"Pero no solo las expectativas futuras provocaron su debilidad. Recordemos que el peso se encuentre entre las monedas que mayor valor ha perdido a lo largo de las últimas décadas.
"Todo como producto del despliegue de una política económica que magnificó los niveles de gasto sin su contraparte en los ingresos, determinando una elevada emisión de pesos y un proceso político y eocnómico que estranguló el crédito externo y la confianza, llevando a valores extremadamente negativos las reservas internacionales netas.
"Mayores desequilibrios macroeconómicos, que se han visto exacerbados por los planes electorales del gobierno en el último tramo del año frente a la elección.
"Por lo pronto, la ubicación de la sociedad enun punto mas cercano al centro en la votación presidencial permite en el corto plazo una mayor estabilización financiera, al darle mayor poder a Massa en la transición al 10 de diciembre, o incluso permitiendo tomar acciones de manera anticipada, si es que finalmente gana.
"Si bien todavía no sabemos el resultado del ballotaje, el peso fue el gran ganador de la elección, al obligar a los candidatos a buscar al volante medio, eliminando soluciones de esquina (aunque no la dolarización como propaganda política) y forzando a las partes a entablar nuevas negociaciones para acercarse a los votantes.
"Las elecciones trajeron consigo un cambio en las expectativas emercado que se reflejó en los mercados.
"Respecto a los dólares financieros, se observó un fuerte retroceso de ls cotizaciones con relación a los valores del viernes pasado y la brecha pasó a estar por encima del 200% a ubicarse entre el 140% y el 165%.
"La baja respondió a la vuelta de la oferta en el MEP y CCL, mientras se sostenía la intervención gubernamental. Así, los tipos de cambio se ubicaron entre los 870 y los 890 pesos en el caso del MEP y CCL, respectivamente, volviendo a los valores de inicios de octubre. Solo no registró una baja el dólar blue.
"Pero, lamentablemente, la mejora de la última semana del peso es temporaria. Probablemente, solo refleje que "el miedo" a lo que se viene se redujo tras la elección y su resultado, pero sigue sin contemplar las expectativas para adelante.
"Si no viene un plan de estabilización que busque fortalecer el balance del BCRA, el peso seguirá su derrotero de pérdida de valor o incluso tendrá el riesgo de desaparecer.
"Este es uno de los desafíos que tendremos los argentinos en los próximos años, si no decidimos tirar nuestra moneda por la borda".
Comentarios