QUILMES AC: ENTRE LA GLORIA DE UN TITULO... Y EL INFIERNO DE UN PELOTUDO

 


Por Eduardo Menescaldi

Hoy el Quilmes AC debería estar festejando los 45 años de aquel histórico y legendario título de campeón metropolitano 1978, en el que dejó atrás nada menos que a Boca Juniors. El equipo que conducía el Piojo, José Yudica y que contaba como capitán al Flaco Horacio Milozzi.

En Rosario, aquel 29 de octubre, una multitud acompañó al Cervecero para festejar el triunfo 3 a 2 sobre Rosario Central y el título de campeón del fútbol de primera división.



Sin embargo, hoy, 45 años después, el Decano del fútbol argentino mastica la bronca por la acción de un pelotudo. Y aunque la palabra mueva y conmueva, vale tomar las definiciones de la Real Academia Española: dicho de una persona que tiene pocas luces o que obr acomo si las tuviera. Dicho de una persona que ha llegado a la adolescencia o a la juventud. Dicho de una cosa de gran tamaño, lerdo, parsimonioso, irresponsable.

Precisamente, IRRESPONSABLE, ha sido el PELOTUDO que anoche agredió desde la tribuna Horacio Milozzi al arquero de Gimnasia de Mendoza, Olivera, y puso en serio peligro la continuidad de Quilmes en el Reducido por el ascenso a la primera división.

Atrás, muy atrás, quedó el recuerdo de la fecha, máxime cuando todos los medios apuntan al bochornoso hecho de anoche en el estadio Centenario cuando estaba por empezar el segundo tiempo del partido en el que empataban sin goles Quilmes y Gimnasia de Mendoza.

¿Qué va a pasar de aquí en mas? El Tribunal de Disciplina de AFA será el encargado de definir la situación, que puede ser la mas suave, como continuar el encuentro sin público y sancionar a Quilmes, o la mas dura, o sea dar por ganado el partido al lobo mendocino y sancionar al Cervecero.

Anoche el Centenario vivía una gran fiesta, con todas las tribunas colmadas, incluso la Horacio Milozzi, que habitualmente utilizaban los visitantes y que desde hace mucho no estaba habilitada (hace muchísimo que los visitantes no concurren a los estadios por razones de seguridad y hechos de violencia).

             
Olivera, el arquero agredido

En esa tribuna Milozzi, que estaba colmado, había un PELOTUDO o mas de uno, que se encargaron de arruinar la fiesta de miles y miles de hinchas del decano del fútbol argentino.

Cabe acotar que apenas iniciado el partido, hubo un incidente en la tribuna Rodrigo Braña, por una bandera, con agresiones. El encuentro estuvo parado unos minutos, pero nada hacía presagiar que la fiesta se vería enchastrada cuando iba a comenzar el segundo tiempo.

De ahí en mas todo fue confusión, incertidumbre, angustia, incluso indignación cuando se veía por televisión a plateístas lanzar proyectiles a la camilla que trasladaba al arquero lesionado.

Después la secuencia indignante del destino del arquero, porque se decía que era derivado al Hospital de Quilmes y que los mendocinos no querían que fuera ese el destino. Se habló también del Sanatorio de la Trinidad hasta que se supo que iría al Hospital Finocchietto, en Avellaneda, por el convenio que tiene con AFA.

El presidente de Quilmes, Mateo Magadán, mostró su bronca ante las cámaras por las circunstancias, actuó con dureza contra esos irresponsables plateístas que arruinaban bastante la situación, pero también se sacó o se fue de cauce cuando las cámaras lo tomaron diciéndole al presidente de Gimnasia de Mendoza que tenía veinte personas en AFA que lo respaldaban ... para que el partido siga y no que se lo den por perdido.

Quilmes, en este 45 aniversario del título Metro, no merecía el bochorno de anoche. Como tampoco merecía haber tenido uno o dos PELOTUDOS que en ocasión del partido por el día de la ciudad con Argentino de Quilmes mostraron una bandera denigrante para los árbitros.

En aquella oportunidad no se investigó el episodio, aunque se dijo que podrían ser algunos que querian perjudicar a la directiva. Ahora vuelve a pasar un hecho lamentable y preocupante en el Centenario, y habría que pedir que se investigue, se recurra a las cámaras y se dilucide el tema de la lesión del arquero, que según el árbitro José Carreras, estaba aturdido, mareado y le temblaban las piernas.

Que no se haya permitido ingresar al vestuario visitante al médico de Quilmes o a los directivos echa un manto mas de bochorno a la situación...

Lo cierto es que el Decano del fútbol argentino, hoy festeja los 45 años del título Metro por un lado, y por el otro le reza y le prende velas al Tribunal de Disciplina para que sea benévolo frente a un repudiable hecho de violencia que cometieron uno o dos PELOTUDOS. 

PD: En un país donde parece ser normal lo que en otros no lo es -como que Massa o Milei sea el próximo presidente de los argentinos con las currículas que tienen- el Quilmes AC hoy domingo vive la gloria de los 45 años de aquel título y el infierno del PELOTUDO que ensució anoche el Centenario.

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