El domingo 19 de noviembre será el balotaje para que los argentinos decidan quién asume la presidencia de la Nacion el 10 de diciembre próximo.
Sergio Massa, candidato de Juntos por la Patria y Javier Milei, de La Libertad Avanza, son los contendientes en base a las elecciones generales del pasado domingo 22. Massa logró casi el 37 por ciento de los votos contra algo mas del 30 de Milei.
Massa, con la estructura y el aparato del peronismo, con el apoyo del sector sindical y la política del plan Platita, que ejecutó a toda trapo con cerca de 3 billones de pesos, sacó una ventaja que lo pone en el mejor lugar para conseguir el objetivo.
Milei, pese a haberse hecho correr la versión de que podía bajarse -algo que desmintió el candidato con creces- está dispuesto a dar batalla hasta el final. Y para eso está en campaña de seducción a los candidatos que quedaron afuera el domingo último, como el cordobés Juan Schiaretti y la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich.
Curiosas actitudes de Milei, quien se acercó a Mauricio Macri para lograr el apoyo del PRO, y también realizó una política seductora para con Bullrich. La había acusado de tener "las manos manchadas de sangre", por su pasado montonero, pero ahora dio un giro radical para decir incluso que es capaz de ofrecerle un cargo en seguridad en un eventual gobierno.
Los días que faltan para el balotaje serán a pura intensidad, con los dos candidatos tratando de sumar votos de indecisos, autores de votos en blanco, radicales y demás, incluso militantes de la Coalición Cívica cuya línea dirigencia llamó a no votar a ninguno de los dos candidatos.
El país por ahora se encamina a consagrar a Sergio Massa como presidente, pero Javier Milei va a quemar todas sus naves para cambiar ese destino. Un final abierto en este juego...
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