El jueves 9 de noviembre a las 21 se presenta la película "Magical Balcony Tour, música para esperar", en Palacio El Victorial, Piedras 722, San Telmo. Entrada libre y gratuita.
Una pelicula de Néstor Maresca Lacoste, con las actuciones de la actriz, cantante y bailarina quilmeña Florencia Suárez y los músicos Tomás Gubisch y Noé Gubitsch, padre e hijo.Un filme hecho a pulmón en tiempo de pandemia, con la impronta de un eximio director, que terminó construyendo una auténtica obra de arte desde la pantalla.
Porque unió Quilmes con París, a través de los balcones de la capital francesa y la mirada desde Buenos Aires.
Una joven estudiante que se encuentra en París, cerca de la Torre Eiffel, que llega para realizar su actividad como universitaria, cuando se declara la pandemia por el coronavirus y tiene que encerrarse en su departamento. Cerca de ahí todas las noches un músico y su hijo convierten el balcón en un escenario de su arte.
Ese es el motivo de encuentro que mueve y conmueve a la joven, y a los vecinos que todas las noches disfrutan de la propuesta de los músicos.
Recordemos que tiempo atrás la pelicula fue estrenada en Quilmes, en el Espacio INCAA y que donde fue presentada recibió críticas elogiosas y el aplauso del público que rubricó de esa manera tamaño esfuerzo.
Porque, como dijo el director Maresca, fue unir en forma digital a dos ciudades a miles de kilómetros de distancias y ensamblar las imágenes para el deleite de los espectadores.
La película se presenta como la crónica de cómo la música calmó el encierro y la desolación de una emigrante argentina... un barrio de París... el mundo en confinamiento.
CAIDA DEL MURO
Digamos que en curiosa coincidencia este 9 de noviembre se cumple un nuevo aniversario de la histórica caida del Muro de Berlín, esta insólita e increíble barrera que separó durante tantos años las dos Alemanias y que se transformó en un motivo de indignación y de grieta para la humanidad. Ese día de 1989 el Muro fue derribado y los habitantes del este inundaron el oeste para unir familias enteras que habían sido separados por esa barrera.
En todo caso, si de coincidencias hay que hablar, digamos que la película también derribó el muro de la distancia en plena pandemia, uniendo Buenos Aires y París con la mágica versión de lo digital. Las imágenes son elocuentes y de maravilloso vuelo artístico.
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