Por Eduardo Menescaldi
Seguramente estos comicios del 22 de octubre han quedado para siempre en la historia política argentina, en este año de las cuatro décadas de democracia.
Allá lejos y hace tiempo aquel 30 de octubre de 1983 el país volvía a la democracia con la elección de presidente, que consagró al candidato radical, Raúl Alfonsín, quien le ganó la postulación al justicialista, Italo Argentino Luder.
En aquel momento fue sorpresa porque se pensaba que ganaba el peronismo, sin embargo terminó ganando el representante radical. Algunos sostienen que fue fundamental para la decisión un acto público del dirigente sindical Herminio Iglesias. Recordemos que se quemó un cajón radical, y se dice que ese despropósito terminó definiendo la elección. Se habló de que el justicialismo perdió un medio millón de votos en esas elecciones.
Hoy, en base a la elección de ayer, quedaron dos candidatos en pugna para el balotaje que será el 19 de noviembre. Por un lado, Sergio Massa, que logró el 36,6 por ciento de los votos y Javier Milei, con el 29,98 por ciento.
En base a estos datos se espera casi un mes de preparativos, donde las dos fuerzas intentarán seducir a los que daron afuera de la final. Por un lado, Juntos por el Cambio, que sumó 23,38 por ciento, será el gran árbitro de ese balotaje. Ya lo han dicho ambos candidatos: Milei lo dijo expresamente, en el sentido que va a tratar de acercarse al referente Mauricio Macri para que sus seguidores su sumen a la Liberta Avanza.
Por su parte, Sergio Massa, habló de que murió la grieta y del llamado a un gobierno de unidad. Adelantó que esa será su política desde el 10 de diciembre si es elegido presidente de la Nación.
El análisis de las elecciones deja mucha tela para el comentario. Por un lado el crecimiento importante de Sergio Massa, que con los planes platita-platota, bonos, viajes de egresados y demás prebendas pudo convencer a muchos de sus propósitos.
Y este fenómeno también alcanzó a muchos referentes del Conurbano, incluso en aquellos distritos donde la corrupción talló fuerte. El caso Lomas de Zamora es el mas patético: porque fue electo el candidato de Unión por la Patria, Federico Otermin, brazo derecho de Martín Insaurralde, el ex jefe comunal y ex jefe de gabinete de la provincia, quien astilló la corrupción con las imágenes pornográficas del yate Bandido, la modelo Sofía Clerici y la muestra de ostentación que dejaron esos videos.
Pese a ello, ganó Federico Otermin, presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, como para corroborar aquello de que muchos votantes hacen caso omiso cuando se trata de votar a alguien sospechado o incluso tomado in fraganti en episodios de corrupción. Por algo Martín Insaurralde, que es un desaparecido en acción -dicen que vive en Bánfield, en el domicilio de French y San Martín- no se acercó a votar.
¿Qué se viene de aquí en mas?
Hoy los mercados respondieron a las elecciones con el dolar blue a un valor de 1075 pesos, por lo menos a ese precio se consigue por mas que se diga que está en 900 pesos. Habrá que ver si desde el equipo económico de Massa se decide devaluar un 30 por ciento el dólar oficial, que hoy está en 365 pesos.
En estos momentos el referente del PRO, Mauricio Macri, está reunido con pares para analizar la elección y los pasos a seguir, teniendo en cuenta lo que dijo Javier Milei, que pretende seducir a Juntos por el Cambio para que se incline por su candidatura, con el objetivo de "terminar definitivamente con el kirchnerismo".
Por el lado de Sergio Massa, la meta es envolver a opositores que no lo votaron para que se sumen a su proyecto, con la meta de conseguir lo necesario para ganar el balotaje, a realizarse el domingo 19 de noviembre.
La Argentina que se viene según los resultados de ayer tiene una definición impredecible. Habrá que ver si finalmente Massa, de ganar el balotaje, termina liberándose del kirchnerismo (para cumplir su promesa de barrer con "los ñoquis de la Cámpora") o si queda encriptado por CFK y compañía, para transformarse en una nueva versión de Alberto Fernández.
Comentarios