CAPITAN DEL ESPACIO: EL ALFAJOR SE QUEDA SIN ASTRONAUTA


 Cosas veredes Sancho, una frase que sigue teniendo la duda si está o no en la monumental obra de Miguel de Cervantes Saavedra, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

Vale este introito en el caso de los históricos alfajores quilmeños, Capitán del Espacio, que desde el lunes 9 de octubre no van a tener en su portada la imagen del astronauta.

Porque además de tener que alertar sobre los azúcares y demás, con las etiquetas negras establecidas para los productos, la ley también impide que se usen imágenes que puedan ser atrapantes para el consumidor, sobre todo si se trata de un niño.

El alfajor Capitán del Espacio es una creación de don Angel de Pascalis, y la fábrica sigue instalada en Quilmes Oeste, Aristóbulo del Valle y República del Líbano.

Diego Weinstein cuenta en las redes la historia del famoso alfajor. Dice que además de un alfajor es un mito que fue creciendo con el paso del tiempo. Un objeto de culto, que de las barriadas populares cruzó la general Paz y llegó a la gran Capital. Son los humildes alfajores Capitán del Espacio, parte importante de la cultura gastronómica del sur del conurbano bonaerense. U;n alfajor que fue exportado a lugares impensados como el Vaticano, ya que los come el Papa Francisco.

Recuerda Diego que Angelito, como todos lo conocían, a los 37 años estaba cansado de tanto faenar en un frigorífico de Avellaneda. Eran los años 60 y se enteró de qu,e una fábrica de alfajores de Ezpeleta salía a la venta por estar quebrada. Junto todo lo que tenía y con un amigo, Arturo Amado, la compraron.

Angel puso manos a la obra. Primero degustó veinte alfajores de distintas marcas y encontró una fórmula para el deleite. Nunca la divulgó pero la masa tiene como base el cacao y contiene un dulce de leche muy especial, que conforman los trucos que hace que el alfajor sea único. En los blancos, lo fabuloso es el baño de respostería con clara de huevo, jarabe y azúcar.


                                                             Don Angel de Pascalis

Al buscar el nombre del producto, tomó en cuenta la guerra espacial que libraban Estados Unidos y Rusia para llegar primero a la luna. Así nació el nombre de Capitán del Espacio.

Empezó con la venta casa por casa en la zona de Quilmes. Tenía tiempo porque era soltero y no tenía hijos. La fábrica se transformó en su casa. Incluso ahí se podía advertir su pasión por la poesía. Y publicó el libro: Entre dibujos y letras.

El producto llegó a lo mas alto, hasta ganó el mundial de alfajores en 2006. En la final le ganó a dos archirrivales: Jorgito y Terrabusi. Con la ventaja de que Capitán del Espacio no necesitaba de publicidad, porque el consumo se transmitía boca a boca.

A los 86 años murió don Angel el 1 de agosto de 2012. 

El alfajor sigue su marcha triunfal, y ahora le sacan el famoso astronauta en el envase, porque podría llevar a los niños a consumir un producto con etiqueta negra...¿No será demasiado?


                                             El Capitán sin espacio (foto Perspectiva Sur)


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