Nuevamente, la violencia empañó lo que debía ser un espectáculo deportivo y una fiesta del fútbol. Cuando se estaba por iniciar el segundo tiempo del partido que empataban en Quilmes el local y Gimnasia de Mendoza sin goles, se observó caer al arquero del elenco cuyano, Braian Olivera, en principio agredido con una bomba de estruendo y con una piedra.
Fue atendido por el cuerpo médico del elenco visitante y retirado en camilla, por lo que el partido se suspendió. Así lo decidió el árbitro del encuentro, José Carreras, quien comentó que tomó esa decisión porque el arquero le decía que estaba aturdido, que le temblaban las piernas, y en esas condiciones no podía seguir.
El árbitro dijo que elevará el respectivo informe y será el Tribunal el encargado de decidir cómo sigue esta situación, que podría ser dar el partido por ganado al visitante o jugar el segundo tiempo en cancha neutral o en el Centenario sin público. También el árbitro agregó que no había visto el proyectil pero que el juez de línea, que estaba revisando la red en ese momento, corroboró la agresión. Incluso, sostuvo que el línea le señaló que había sufrido un zumbido.
Evidentemente, la agresión ha sido una muestra mas de la irracionalidad de uno o mas inadaptados. Todo provino de la tribuna visitante, la Horacio Milozzi, que fue habilitada para este partido.
El técnico de Quilmes, Ariel Fuscaldo, también el presidente Mateo Magadán, hablaron con el árbitro para pedir explicaciones sobre lo que puede pasar con este encuentro.
Alguien puso en duda la veracidad de la lesión, porque sostuvo que el petardo que afectó al arquero existió pero dudan de que haya sido capaz de lesionar al arquero.
Quedó picando esta pregunta después de una noche bochornosa: ¿por qué el arquero y la gente de Mendoza no quiere ir al Hospital de Quilmes para que se verifique su lesión?
EL PRESIDENTE
Mateo Magadán, presidente del Quilmes AC, comentó por FM Sur (88.9) que el arquero no quería concurrir al Hospital de Quilmes para confirmar el grado de la lesión.
"Hay imágenes de que los proyectiles que cayeron no afectaron a los alcanza pelotas", sostuvo.
Habrá que ver qué muestran las cámaras que estaban en el lugar.
Alguien recordó el episodio ocurrido muchos años atrás en el viejo estadio de Guido y Sarmiento, cuando fue agredido el jugador del Deportivo Morón, Cuenca Zaldívar, y el partido no se jugó esa vez sino muchos días después.
Otros también recordaron aquel partido jugado por la selección en Bolivia, cuando el técnico de la selección argentina era Daniel Passarella y el médico Luis Seveso. En un determinado momento ingresó al campo de juego el chofer del micro boliviano y le dio un golpe en el pómulo al delantero Julio Cruz. Fue llevado al vestuario sin rastros de sangre y mas tarde ingresaron los fotógrafos al vestuario argentino y apareció Cruz con una herida en un pómulo. Con el tiempo se comprobó que todo había sido armado por Passarella y compañía para tratar de influir en el Tribunal porque Argentina había perdido (Passarella era el que repetía que no se podia jugar en la altura porque la pelota no doblaba).
Al arquero de Gimnasia de Mendoza finalmente le colocaron un cuello ortopédico y suero. Se dijo que lo iban a llevar al Sanatorio Trinidad, aunque finalmente se decidió trasladarlo al Finocchietto, que es el que recibe a los futbolistas por acuerdo con AFA.
Una noche lamentable, como siempre la violencia rompió lo que debería ser una fiesta deportiva.
La pregunta es la siguiente; ¿cómo sigue esto? El Tribunal tendrá la decisión, y si bien el hincha de Quilmes quiere que se juegue el segundo tiempo, las cosas están muy complicadas y no sería extraño que se le dé ganado el encuentro al Lobo y se sancione al decano del fútbol argentino.
LOS MEDICOS
Quedó picando una cuota de sospecha en todo lo que ocurrió con el arquero del elenco mendocino. Porque se supo que el médico del club mendocino no permitió que su par de Quilmes se acerque para observar el grado de la lesión. Casi se toman a golpes de puño.
Como página negra también quedaron las imágenes de plateístas arrojando proyectiles a la camilla en la que trasladaban al arquero del visitante y el presidente Magadán gritándole a esos imbéciles que complicaban aun mas la suerte del Cervecero en el Reducido.
Aunque tambien Magadán se mostró "sacado" cuando le gritaba en principio al presidente de Gimnasia de Mendoza que en AFA tenía veinte que lo respaldaban para que el partido siga en algún momento...
Cosas veredes de un fútbol doméstico que le hace mucho mal al campeón del mundo. Es cierto que un imbécil puede arruinar la fiesta de miles y miles, pero alguna vez habrá que investigar quién fue el agresor y qué hacía en la tribuna visitante, que fue habilitada para este partido después de muchísimo tiempo.
LOS EQUIPOS
QUILMES (0): Milton Alvarez; Federico Tévez, Gabriel Díaz, Renzo Giampaoli, Iván Erquiaga, Mario Sanabria, Iván Ramírez, Martín Río, Iván Colman, Federico Anselmo, Axel Batista. DT Ariel Fuscaldo.
Suplentes: Esteban Glellel, Agustín Bindella, Mario López Quintana, Joaquín Postigo,Juan Capano, Carlo Lattanzio, Adrián Calello, Tomás Sandoval, Lautaro Torres.
GIMNASIA DE MENDOZA (0): Braian Olivera; Facundo Nadalín, Alejandro Gutiérrez Arango, Sebastián Olivares, Maximiliano Padilla, Jeremías Rodríguez Puch, Lucas Villarruel, Rodrigo Castro, Matías Nouet, Nicolás Romano, Agustín Herrera. DT Joaquín Sastre.
Suplentes: Kevin Humeler, Mateo Palmieri, Matías Recalde, Ignacio Antonio, Nahuel Barboza, Santiago López García, Héctor Herrera, Tadeo Mardriori, Joan Juncos.
Arbitro: José Carreras.
Cambio: en Quilmes, Mario López Quintana por Federico Tévez, lesionado.
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