El 23 de setiembre de 1973, domingo en la Argentina, hubo elecciones y una amplia mayoría votó por la fórmula justicialista, integrada por el general Juan Domingo Perón y su esposa, Isabel Martínez de Perón.
Perón había regresado país, después de 18 años de exilio, en noviembre de 1972, el día 17, en un histórico avión charter. Por eso se celebra ese día como el de la Resistencia o la Militancia.
Volvió a España y desde ahí manejó los hilos para las elecciones de 1973, que tuvieron un primer paso en marzo de ese año, con la elección de la fórmula Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima. Perón no podía presentarse porque el dictador Lanusse había establecido que debía estar en el país antes de la fecha en que realmente regresó.
De todas maneras, Perón se las arregló para armar una ingenieria política, que le dio resultados. Porque la fórmula Cámpora-Solano Lima ganó las elecciones con amplitud. De ahí se dio un paso de comedia, porque Campora renunció a los 49 días y se abrió el espacio electoral para un nuevo comicio. Que finalmente fue el 23 de setiembre.
Perón gobernó el país en un momento complejo de la historia política, con mucha violencia, la pelea con los Montoneros (los "jóvenes imberbes" a los que echó de la Plaza), etcétera. Incluso dos días después de aquel 23 de setiembre, hubo un atentado de los Montoneros que terminó con la vida del secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, una de las debilidades del general (recordar aquella histórica foto del regreso del 17 de noviembro del año anterior, en una jornada lluviosa y Rucci portando un paraguas para proteger a Perón).
El 1 de julio de 1974 a las 13.15 moría Perón -la historia consagró la palabra MURIO con la tapa del diario Crónica para reflejar un sentimiento- y de ahí en mas el país siguió recorriendo una espiral de violencia enorme, con muertes todos los días, secuestros, atentados, bombas, etcétera.
Un clima de violencia que desencadenó el 24 de marzo de 1976 el último golpe de Estado contra un gobierno constitucional, con la llegada del proceso de reorganización nacional.
La dictadura dejó un tendal de secuestros, desapariciones, torturas... llegó en 1982 la guerra de Malvinas y la derrota aceleró la caida del gobierno militar, que entregó el poder el 10 de diciembre de 1983, con la llegada del presidente radical Raúl Alfonsín.
El próximo 10 de diciembre se van a cumplir cuatro décadas de democracia plena, con avatares y demás, pero con la seguridad manifiesta de que es el mejor y el único sistema de gobierno que garantiza la libertad y la República.
Hoy se vive un clima especial porque habrá elecciones el 22 de octubre, con cinco candidatos, aunque tres en principio con posibilidades ciertas de pelear por llegar a un balotaje, que definirá al futuro presidente o presidenta el 19 de noviembre.
Ojalá que el recuerdo de esta fecha, cinco décadas después, sirva para cicatrizar heridas y devolver al pueblo argentino la confianza en sus gobernantes.
Javier Milei, de la Libertad Avanza, Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio y Sergio Massa, de Unión por la Patria son los candidatos que mayores posibilidades tienen de llegar al balotaje el 22 de octubre. Los otros dos, la izquierda con Myriam Bregman y Hacemos por la Nación, con Juan Schiaretti, corren de atrás y solo estarán para quitar algún punto a los candidatos mas firmes.
La democracia vive en cada argentino y por mas que haya sentimientos de hartazgo, desilusión, decepción, indiferencia, hastío, etcétera, será fundamental que se superen todos los records en el porcentaje de votantes que el cuarto domingo del mes próximo depositen su voto en la urna.
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