LA LECTURA DEL GRAN TRIUNFO DE QUILMES EN RESISTENCIA


 Quilmes ganó, gustó y goleó. Las tres G que sintetizan el ideal del fútbol. El Decano fue a Chaco y volvió con las alforjas llenas de gloria.

La salida del técnico Mario Sciacqua y de su ayudante de campo, Facundo Besada, obligó a recurrir al otro ayudante de campo, Ariel Fuscaldo, quien se hizo cargo del equipo, realizó algún cambio de figuras, con el agregado de la importancia del retorno de un hombre fundamental, como Martín Río, mas el acierto de la inclusión del juvenil Joaquín Postigo... para terminar sumando una victoria impensada al menos en las cifras.

Alguien recordó que hacía mas de diez años que el Cervecero no ganaba de visitante con esta contundencia. Fue con el debut del técnico Omar De Felippe: 4 a 0 a Atlético Tucumán en el estadio de la provincia del norte.

Una de las curiosidades de este triunfo es que los goles llegaron de tres defensores -Giampaoli, Tévez, Bindella- y un volante -Agustín Bindella-, o sea, no hubo goles de los delanteros (léase Federico Anselmo, Facundo Castro que ingresó luego y Mario Sanabria), aunque Sanabria fue partícipe en dos de los cuatro tantos.

Este resultado aclara un poco el panorama, porque el sábado a la noche el presidente del club, Mateo Magadán, confesaba desde Resistencia a los periodistas de Mundo Ascenso por Radio La Red que desde la salida de Mario Sciacqua fueron ofrecidos unos 50 entrenadores para dirigir a Quilmes, lo que resumía el interés que despertaba conducir al plantel del decano del fútbol argentino.

La victoria contundente en Chaco, con las tres G, sin duda hace hincapié en la necesidad de mantener al ayudante de campo-técnico, Ariel Fuscaldo, quien por otra parte tiene la experiencia de conocer el mundo Quilmes, porque llegó hace cuatro años y pasó por coordinar inferiores, la reserva y desde noviembre pasado integró el cuerpo técnico de Mario Sciacqua.

El próximo domingo llegará al Centenario el equipo de Mitre, de Santiago del Estero, con el técnico Alfredo Grelak (formado como futbolista en Quilmes y habiendo sido técnico del Cervecero en el pasado, con poca fortuna).

No se debe pensar que después de este 4 a 0 el Decano va a repetir las cosas en cada presentación, porque el fútbol, al decir de Dante Panzeri, sigue siendo dinámica de lo impensado. En todo caso habrá que asumir la lección de lo vivido en Chaco e ir perfilando el camino hacia la consolidación en el Reducido, donde todo hace pensar que podrá quedar entre el cuarto y el quinto puesto (por ahora arriba está Atlético Rafaela, a tres puntos, ya que los demás están algo alejados, como Chacarita y los mendocinos).

Faltan cinco fechas en esta etapa: Quilmes recibirá a Mitre, luego visitará al líder Chacarita, en la siguiente será local de Tristán Suárez, visitará a Atlanta y en la última, será anfitrión de Rácing de Córdoba.

La ilusión sigue intacta. Lo que viene aparece promisorio, y después del shock por la abrupta salida de un cuerpo técnico que estuvo 28 fechas a cargo, el hecho de la continuidad del trabajo y la corrección de los errores, será fundamental para consolidar esta etapa y llegar al Reducido con lo mejor dentro de lo posible. Quilmes siempre apuesta al ascenso, y en este extenso y duro torneo, el objetivo no cambia.

PD: No debe olvidarse que todavía sigue pedaleando la maldita bandera del clásico de la ciudad, que dejó a socios y simpatizantes afuera en el partido con Independiente Rivadavia de Mendoza, que terminó siendo una parodia de fútbol, con dos elencos totalmente desmotivados y que se definió en la última jugada con toda la fortuna para una Lepra, que anoche pareció sentir ese shock porque terminó perdiendo con el siempre complicado Brown de Adrogué, el tricolor del técnico que lleva mas de trece años en su cargo. Toda una página del créase o no de Ripley.


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