Por Eduardo Menescaldi
Un día como hoy de 1930 se producía la caida del presidente constitucional Hipólito Yrigoyen -apodado El Peludo-, en lo que fue el primer golpe militar del siglo XX en nuestro país.
Una conspiración civil y militar terminó con el mandato del veterano líder radical -Yrigoyen había sido presidente entre 1916 y 1922 y volvió a la presidencia en 1928- quien a raíz de graves sucesos ocurridos en la Casa Rosada e inmediaciones decidió presentar su renuncia desde La Plata. En ese momento en forma provisoria asumió el ministro Enrique Martínez.
El presidente de facto que se hizo cargo del gobierno fue José Félix Uriburu -hubo una acordada de la Coerte Suprema avalando el golpe-, y debe agregarse que Uriburu posteriormente dejó en el cargo a Agustín P. Justo.
Dicen los que han estudiado la historia política argentina que ese primer golpe de Estado fue el huevo de la serpiente, porque a lo largo de los años incentivó las luchas fraticidas y con el tiempo fue generando una grieta difícil de superar.
Hubo otros golpes de Estado en este siglo XX, como el 4 de junio de 1943, con los coroneles del GOU, junto a la figura emblemática de Juan Perón, el del 16 de setiembre de 1955, cuando la denominada revolución libertadora derrocó al propio Perón con Pedro Eugenio Aramburu e Isaac Rojas al frente, el golpe del 28 de junio de 1966, cuando los militares echaron al presidente Arturo Illia y el del 24 de marzo de 1976, con la mas lamentable dictadura militar que derrocó a la presidenta Isabel Martínez de Perón.
También habría que mencionar el golpe contra el presidente Arturo Frondizi en 1962, con una pléyade de planteos militares, y finalmente asumió el vicepresidente José María Guido.
Desde el 10 de diciembre de 1983 se instaló la democracia con el presidente Raúl Alfonsín y este año se están cumpliendo cuatro décadas de la vigencia del mejor sistema de gobierno que se conoce.
En este lapso se turnó el gobierno radical, el peronismo con Carlos Menem, la Alianza con Fernando de la Rua, los Kirchner con cuatro períodos -el actual a cargo de Alberto Fernández- y la presidencia del lider del PRO, Mauricio Macri.
Vivimos un año electoral, que tuvo su primera etapa en las PASO del 13 de agosto y tendrá una segunda el 22 de octubre, con tres candidatos que se perfilan para pelear por la presidencia. Recordemos que todo parece estar orientado a que haya balotaje entre los dos candidatos que sean mas votados, para jugar la finalísima el 19 de noviembre.
El recuerdo de aquel golpe del 30 quedó atrás, y después de 93 años la democracia está firme y sostenida, aunque haya vientos de fronda que pretenda ponerla en riesgo.
Ojalá que como siempre el mejor arma del sistema, el voto, sirva para definir qué país quiere la mayoría y que la minoría acepte la decisión del electorado, para que de una vez por todas la Argentina se encamine en la senda de grandeza que merece un territorio y una población que tiene todo para ser feliz.
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