El próximo fin de semana no hay fútbol, y en el caso del ascenso, recién vuelve después de quince días de parate -por el comicio del próximo domingo.
Quilmes sabe que le faltan nueve fechas de aquí al final de la etapa clasificatoria en la primera Nacional, zona B. Hoy el Cervecero, con 40 puntos, está quinto en la tabla, donde manda el mendocino Maipú con 51 unidades, luego está el otro mendocino, Independiente Rivadavia, con 50; tercero está Chacarita con 49, cuarto Atlético Rafaela con 41 y quinto Quilme con 40.
Le quedan nueve partidos al Cervecero para saber cómo va a terminar en la tabla. Por ahora hablar de un primer puesto parece muy difícil por los puntos que tendría que descontar a los mendocinos y al funebrero, aunque curiosamente serán rivales en las próximas fechas.
El fixture determina que cuando vuelva el fútbol el equipo de Mario Sciacqua reciba al último, Villa Dálmine, que viene de ganarle 2 a 0 a Gimnasia de Jujuy en Campana, lo que significó volver a triunfar después de muchas fechas sin victorias.
Después Quilmes visitará al líder, Maipú, recibirá al escolta, Independiente Rivadavia. A continuación tendrá que viajar a Resistencia para enfrentar a Chaco For Ever.
En la siguiente fecha llegará al Centenario, el santiagueño Mitre, que tiene como técnico al quilmeño Alfredo Grelak. Luego visitará al encumbrado Chacarita Juniors.
Posteriormente Quilmes será local de Tristán Suárez.
En la penúltima fecha, visitará a Atlanta y en la última recibirá a Rácing de Córdoba.
O sea, hay 27 puntos en juego y el Decano tendrá que sumar la mayor cantidad para terminar esta etapa del torneo lo mas arriba posible.
Lo que viene exigirá rendimientos y resultados para definir para que está el equipo en el torneo. Deberá recuperar el volumen de juego y ponerse la vestimenta de candidato.
Desde ya el técnico sabe que para recibir a Villa Dálmine tendrá que recurrir al arquero suplente, Esteban Glellel, ya que el titular, Milton Alvarez, llegó a las cinco amarillas y tendrá que estar afuera por una fecha.
La primera Nacional es sin duda el torneo de ascenso mas duro y exigente. Donde no resulta difícil mantener la regularidad, y en esta etapa del certamen, los que pelean abajo por quedarse en la categoría comienzan a recuperar terreno. Por eso, no debe extrañar que Flandria, Villa Dálmine, Chaco For Ever, por ejemplo, hayan ganado su último partido.
Y tampoco debe sorprender que el líder de la zona A, Almirante Brown, haya caido anoche por goleada en su visita al lobo mendocino.
Todos quieren sumar y en lo que viene esa consigna será cada vez mas evidente.
Quilmes tiene estos días de preparación para corregir errores y buscar la fórmula para superar los déficit. Uno de ellos, los goles que le hacen con pelota parada. Lo dice el técnico y vale repetirlo: a Quilmes le cuestan partidos estos tantos, lo que obliga a aceitar los engranajes en la defensa.
En ataque, habrá que buscar la manera de volver a convertir, y que recuperen la memoria delanteros como el goleador Federico Anselmo, asi como que el recién llegado, Martín Giménez, repita en Quilmes todo lo que consiguió en Defensores Unidos de Zárate.
Se vienen, entonces, nueve fechas locas para comenzar a soñar en el gran objetivo, que es el ascenso.
Por ahora, el país vive las PASO, el fútbol sigue entrenando pero para la pelota por esas razones. Después de los comicios del domingo, el fútbol de ascenso volverá a convocar a los que pretenden pelear por el primer puesto, el Reducido y por evitar el descenso.
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