Por Eduardo Menescaldi
Mientras a las 18, hora del cierre del comicio, se hablaba de una participación del 66 por ciento, ahora se destacó que finalmente fue del 69 por ciento, cifras por debajo de otras elecciones. Las PASO de hoy dejaron como balance que prácticamente 3 de cada 10 electores no concurrieron a las urnas.
En su momento habrá que realizar una lectura profunda del acto de hoy, para buscar las causas de que un 30 por ciento por neglicencia, desidia, indiferencia, bronca o lo que fuere decidió no asistir, teniendo en cuenta además que las sanciones no resultan demasiado duras y en el caso de las eventuales multas, las cifras económicas son exiguas.
Hay un momento especial en la Argentina 2023, que interpela a la democracia en su cuarta década de vigencia.
El que no fue a votar quizás haya entendido que el momento no era hoy sino el 22 de octubre cuando se dirima entre los distintos candidatos finalmente el proceso electoral, incluso con la posibilidad de que no haya definición y haya que esperar hasta el 19 de noviembre en el balotaje.
Lo cierto es que los dos meses y ocho días que separan las PASO de las generales se van a transitar por una senda preocupante. Mañana, 14 de agosto, por esas cosas del calendario, dia de Quilmes, al cumplirse 357 años de su fundación -por eso es feriado en el distrito- comenzará a rodar toda la artillería para convencer al electorado, y fundamentalmente a ese sector que hoy no fue por distintos motivos.
La inseguridad, que estalló en los últimos días, será sin duda uno de los grandes desafíos que tendrán los candidados. Los muertos por esa causa -desde la niña Morena al médico Juan Cruz, desde el profesor de educación física al vecino de Lomas de Zamora- constituyen un alerta profundo a los que hoy mandan y a los que mañana pretenderán ocupar esos lugares.
Pero también hay otros temas que obligarán a extremar los esfuerzos para convencer. La justicia garantista, el narcotráfico, los bunker del Conurbano que se suman a los ya existentes en Rosario, la apatía del hombre común porque desde arriba no le resuelven los problemas, la angustia por no llegar a fin de mes, la caida del poder adquisitivo del salario, la falta de oportunidades, el sueño de muchos de irse al exterior porque aquí no encuentran posibilidades, constituyen con muchos otras cuestiones un combo explosivo, que pudo haber tenido estallido hoy en la caida del porcentaje de votantes (lejos quedaron aquellas cifras cercanas al 80 por ciento de otrora).
Argentina, tierra de amor y venganza, reza una telenovela, y hoy en la realidad esta tierra, que tiene todas las condiciones para ofrecer a su gente todas las posibilidades, aparece con la mezquindad de los que gobiernan, las rencillas intestinas de los que pretenden gobernar y el caldo de cultivo de sectores marginales que quieren hacer creer que "el guerrillero de las FARC murió asesinado por la policía de la Ciudad en feroz represión", cuando la autopsia describió sin posibilidades de dudas de que se trató de un infarto en un paciente que fue a una protesta contra la democracia y que llegó con grandes antecedentes de afecciones cardíacas.
Ojalá que las PASO de hoy, mientras se esperan los resultados que vienen rezagados por una serie de complejidades que complicaron la votación, incluso con fallas en el nuevo sistema aplicado en la Ciudad de Buenos Aires -hasta la precandidata Patricia Bullrich, curiosa mueca del destino, sufrió esas fallas- sirvan para enderezar el espíritu republicano y devuelvan a los ciudadanos la cultura cívica, para que el 22 de octubre las cifras finales de concurrentes estén mas cerca del 80 por ciento.
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