El hiperministro de Economía, también candidato del oficialismo y mucho mas, Sergio Massa, redobla los esfuerzos y pretende en menos de dos meses recuperar un enorme porcentaje de votos necesarios por lo menos para estar en el balotaje del 19 de noviembre.
Por ahora, de cara a las generales del 22 de octubre, Massa no descansa. Porque se fue a Washington, arregló el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional -que le recordó mientras regresaba al país que debe cumplir las metas del acuerdo- y antes de llegar a Buenos Aires, pasó por Paraguay y dejó pedaleando en el aire al flamante presidente guaraní, Peña, quien se mostró preocupado por la doble palabra de Sergio Massa.
El tema del peaje de la hidrovía provocó un roce entre países. El presidente paraguayo acusó a Massa de mentirle en la cara, porque le había prometido eliminar ese impuesto para las embarcaciones paraguayas que naveguen por la hidrovía Paraná y aparentemente se seguirá cobrando. En comunicación con La Nación+, Peña en forma irónica dijo que "probablemente no" le compraría un auto usado a Sergio Massa.
Al volver a Buenos Aires, el superministro comenzó a lanzar medidas económicas, y se dice que serán de a dos por día en todo el lapso hasta las elecciones. El plan platita a toda marcha, con aumento del salario de los trabajadores con suma fija, bono para los jubilados, paritarias por doquier, etcétera.
Ayer Massa habló y dijo que esperaba llamar desde el 10 de diciembre -descuenta que será el nuevo presidente de los argentinos- a la unidad de los argentinos. ¿Será posible lograrla con el kirchnerismo, que se la pasó hablando de la oposición y del discurso del odio?
¿Será creíble la palabra del ministro-candidato? Hay muchos hechos que parecen desmentirlo. Dijo que no habría ajuste ni devaluación, y al día siguiente de las PASO, hubo devaluación del 22 por ciento.
En uno de sus primeros actos desde que asumió el Ministerio, adelantó que se congelaban las vacantes en los organismos públicos... y resulta que todos los días en el boletín oficial se publican ingresos de empleados. Desde que dijo que se congelaban las vacantes fueron miles los incorporados, y eso sigue todos los días.
Por todo lo expuesto,¿algún periodista se animará a preguntarle a Sergio Massa cómo va a lograr la unidad nacional con este panorama?
Si hasta los K se encargan de querer hacer creer a la opinión pública que no hubo saqueos (como dijo la vocera Gabriela Cerrutti) y que,como una obra maestra del eufemismo, fue solo: robo en banda o poblada...
Massa dijo que piensa recorrer en menos de dos meses miles de kilómetros a lo largo y a lo ancho del país para convencer a los votantes. ¿Podrá lograrlo con casi el 200 por ciento de inflación anual, índices de agosto y setiembre previstos de dos dígitos, etcétera? Una odisea argentina, que al decir del periodista Carlos Pagni suena a utopía...
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