La sangre, esa que según Aníbal Fernández y otros referentes kirchneristas dicen que van a correr "si gana LA DERECHA", ya está rodando, sobre todo en el Conurbano boanerense.
Las cifras son elocuentes como las contó el periodista quilmeño, del diario La Nación y La Nación+, Gustavo Carabajal: en los últimos diez días hubo nueve muertes en hechos delictivos.
Esta mañana, desde un barrio del distrito de Merlo, los vecinos señalaban que se está viviendo un clima de inseguridad sin precedentes. Se referían a un hecho de violencia ocurrido en ese barrio en el que dos motochorros robaron a una pareja cuando llegaba a su domicilio, le apuntaron a la cabeza, después huyeron y cometieron otro robo a la vuelta, en una panadería.
Estos vecinos denunciaban que las autoridades municipales están ausentes, en una comuna que gobiernan los Menéndez, el dirigente piquetero y su hermana. Destacaron que tienen cámaras pagadas por los vecinos, botón de conexión con la policía si ocurre un momento de inseguridad, etcétera, y sin embargo, sostenían los vecinos, no hay respuestas de los responsables de la seguridad.
Aníbal Fernández, ministro de Seguridad de la Nación -el mismo que se lavó las manos ante el asesinato de Morena, la joven colegiala de Lanús, diciendo que no es de su competencia- y su par de la provincia, Sergio Berni, no aparecen frente a este flagelo, y el vecino siente que se encuentra a la buena de Dios.
El 22 de octubre habrá elecciones generales en el país y en la provincia. El ciudadano deberá votar teniendo en cuenta esta realidad, porque la sangre que podría correr si gana la derecha, como dicen los kirchneristas, está corriendo ahora con la cifra que mueve y conmueve: nueve muertos en el Conurbano en diez días. Se habló siempre del narcotráfico y el drama de Rosario, ahora también se suma el Conurbano como tierra de nadie.
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