El obispo Tissera y el Nuncio Apostólico (foto Perspectiva Sur).
La comunidad de la parroquia Nuestra Señora de Czestoowa, de Ezpeleta, celebró su fiesta patronal y recibió la visita del Nuncio Apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, de origen polaco, que estuvo acompañado por el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, por representantes locales de la comunidad polaca y feligreses de la parroquia, y de las comunidades parroquiales vecinas.
Ante un templo colmado, el Nuncio Apostólico, representante del Papa en la Argentina y promotor de la unidad de la Iglesia, habló de su Polonia natal y explicó lo que representa esta Virgen para sus compatriotas. "María es una madre tierna que cuida de sus hijos, y también es una reina que dio fuerza a los polacos en la guerra".
En otro pasaje explicó que "la Virgen María es madre de Dios, madre que da la vida y madre que da libertad" e invitó a confiar en ella.
Durante la homilía, el arzobispo Adamczyk también contó un poco de su historia de vida y explicó el trabajo en la Nunciatura. Además se alegró por la presencia de jóvenes en la celebración, dio cuenta de la enorme riqueza de la Iglesia en todo el mundo y sugirió poder valorar las pequeñas cosas y disfrutarlas, como "un encuentro, una celebración, esta misa...".
Cerca del final de la misa, el padre obispo Tissera regaló al Nuncio Apostólico el libro "Monseñor Jorge Nova, un contemplativo en acción", escrito por el sacerdote polaco de la orden de los Servidores del Verbo Divino, José Gwozdm, que en esta misma semana fue regalado al Papa Francisco. Y el padre Eros Zardini, adminijstrador parroquial de Czestochowa, en nombre de la comunidad entregó a cada obispo una estola dr egalo.
En el final de la misa, el Nuncio y el obispo de Quilmes ofrecieron a los presentes escapaularios de la Virgen, bendecidas en la celebración.
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