Por Eduardo Menescaldi
Cuando restan 53 días para las elecciones del 22 de octubre, la Argentina vive un momento muy especial y preocupante frente a ese día tan imporante para el futuro del país.
Las cosas que están pasando justifican la pregunta que anda picando: ¿quién tiene el poder hoy en la Argentina?
Porque el presidente, Alberto Fernández, está en una situación de un auténtico decorado, sin poder, sin decisiones y convertido en una especie de jarrón chino que ha sido ubicado en un lugar recóndito de la casa.
La vicepresidenta Cristina Kirchner esta ausente, no da señales y por mas que alguna vez se dijo que sus silencios son ensordecedores, la realidad es que parece ser protagonista de un régimen que están en proceso de descomposición. Y el poder se le va yendo de las manos, como agua entre los dedos, a tal punto que hoy desde la justicia se rechazó un pedido para apartar al juez en la causa del intento de magnicidio del 1 de setiembre del año pasado (el viernes se cumplirá un año de aquel episodio).
La tercera para del poder en la Argentina es quizás la mas potente en este momento, porque se trata del multifacético Sergio Massa, que reune una paleta de funciones al mismo tiempo: ministro de Economía, candidato del oficialismo y una actividad intensa para tratar de llegar al 22 de octubre con una economía contenida, aunque pareciera que no lo estaría logrando ese objetivo, porque la propuesta de bono de 60 mil pesos ya recibió el rechazo de doce provincias...
Mientras esto pasa, crece la figura del disruptivo Javier Milei, quien sin estructura ni aparato ganó las PASO y se perfila para ser el gran candidato a ganar las generales, ya sea directamente o vía balotaje.
Sobre Milei existen algunas denuncias que hablan de un eventual pacto Milei-Massa, que se traduciría en una enorme cantidad de candidatos de Massa que aparecieron en las listas de Milei. Al menos eso tiene justificación si se toman en cuenta declaraciones del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Milei, en el canal kirchnerista C5N. Berni confirmó que para levantar a Milei, Massa aportó distintos candidatos en diferentes distritos.
Berni respondió a la pregunta de qué iba a pasar, si ganaba Milei, con los candidatos que llegaron del massismo. Con una sonrisa, mucha ironía, cinismo e hipocresía, Berni dijo que todo el mundo sabe que "no hay nada que se venda mas que un candidato legislativo local". ¿Se habrá dado cuenta Berni de lo que decía? En todo caso blanqueaba una situación que orilla la corrupción, la hipocresía, y el cinismo.
Todos los condimentos que se mostraron en esta ensalada política sirven para repetir la pregunta del millón: ¿Dónde está hoy el poder en la Argentina...? Que cada cual se ponga el sayo que corresponda, porque así las cosas se está viviendo un momento de caos como nunca se ha vivido en estos cuarenta años de democracia.
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