Debería ser la noticia de la fecha y de mucho tiempo, porque se trata de la muerte de una mujer boliviana, que sufrió dos piquetes en Jujuy y terminó muriendo de un paro cardíaco.
Se trata de Virginia Florez Gómez, quien viajó de Buenos Aires a Jujuy en colectivo. Cuando llegó a Purmamarca, se encontró con un piquete y durante varias horas debió esperar, mientras comenzaba a sentirse mal. Cuando se liberó el piquete pudo viajar unos kilómetros hasta Abra Pampa, donde tropezó con un nuevo piquete, que le impidió seguir el viaje hacia el país vecino. Volvió a sentirse mal y terminó muriendo de un paro cardíaco.
Aquí podría decirse, aunque a algunos no les guste, que un piquete mató a una mujer inocente. Que cada cual se haga cargo de su responsabilidad, que se ponga el respectivo sayo. No olvidar que tampoco interviene la fuerza de la gendarmería por orden del ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández. Porque si bien se trata de una ruta nacional, la orden del funcionario quilmeño es que no intervengan los gendarmes, pese a que un juez había dado la orden de levantar el corte.
Hoy se está lamentando la muerte de una señora de 66 años... Ojalá que esta muerte provoque el respectivo repudio a los piquetes y que los responsables tengan por lo menos la hidalguia de pedir perdón.
Un mensaje al funcionario nacional de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla: ¿se hará cargo?
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