Se cumplen hoy 71 años del fallecimiento de Eva Duarte de Perón, quien moría a los 33 años a raíz de un cáncer.
Fallecía la esposa del presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, y una multitud acompañaba la despedida a la denominada "abanderada de los humildes".
Eva Perón se convirtió en una gran defensora de los derechos de la mujer y del trabajador.
Recordemos que conoció a Perón, según todos los testimonios en aquel histórico festival homenaje a las víctimas del terremoto de San Juan en 1944. Alguien sostiene que fue el locutor y animador Roberto Galán el que participó de ese encuentro.
Eva Perón trabajó intensamente al lado de su marido con la apuesta principal hacia los mas humildes.
Desde la Fundación Eva Perón se realizó una extensa e intensa campaña por los mas necesitados.
Su muerte sorprendió por su juventud y todo lo que quedó en el camino.Dicen que la muerte de Evita fue un golpe mortal para el propio general, lo que en principio pudo haber acelerado su caida, que se produjo en 1955 con un golpe de Estado.
Quedó para siempre en el mundo peronista como una mujer que dejó la vida por los demás.
También su acción generó amores y odios, incluso también hubo aquí grieta que se manifestó en la historia casi mítica de su cadáver y su destino. El especialista Pedro Ara se encargó de embalsamar el cadáver y se pudo mantener casi intacto a lo largo de los años.
Ese cadáver fue sacado del país con un nombre diferente y enterrado en Italia. De las investigaciones que se realizaron sepudo descubrir la verdad y los militares terminaron por devolver el cuerpo de Eva a Perón, que en ese momento residía en Torremolinos, Madrid, España.
El mito Evita tuvo trascendencia nacional e internacional, incluso el cine, el teatro, la ópera, la comedia musical tomaron su vida y la hicieron trascender en todos los ámbitos. Como ícono la ópera Evita y el personaje que interpretó Madonna.
Y en nuestro Quilmes vale recordar el memorable personaje que interpretó la acriz Patricia Santi, en la obra teatral Eva y Victoria, que imaginab un diálogo entre Eva Perón y Victoria Ocampo, dos mujeres emblemáticas, que nunca se vieron, que representaron ideas muy diferentes pero que en la creación de la autora pudieron encontrarse en un escenario.
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