EL ASESINATO DEL OBISPO ANGELELLI EN LA RIOJA

 


Aquel 4 de agosto de 1976 era asesinado en La Rioja el obispo Enrique Angelelli, por la dictadura militar. 

Antes habían sido asesinados dos sacerdotes y un campesiono que eran sus colaboradores,

Angelelli nació en Córdoba el 17 de julio de 1923 y fue ordenado sacerdote en Roma en 1949, y obispo auxiliar de Córdoba en 1960.

Antes como cura trabajó como asesor de la Juventud Obrera Católica. Como obispo participó de las sesiones del Concilo Vaticano II (1964/65), un acontecimiento fundamental en la renovación de la Iglesia.

En 1968 el papa Paulo VI le confió la conducción de la diócesis de La Rioja, donde desplegó una intensa labor pastoral con trabajadores y campesiones, lo que provocó la persecución del poder económico y político de la provincia y del nivel nacional.

El 24 de marzo de 1976, cuando se produjo el golpe de Estado, el obispo mantuvo enfrentamientos públicos con los militares y sus sacerdotes y colaboradores fueron acosados en forma permanente. 

En mayo de ese año los militares decidieron suspender la misa radial que el obispo daba cada domingo con mucha audiencia en La Rioja. Su lugar lo ocupó un sacerdote militar castrense.

El 18 de julio fueron secuestrados y asesinados en La Rioja los sacerdotes católicos Carlos de Dios Murias y Gabriel Longeville. Pocos días después, en Sañogasta, un grupo de tareas mató delante de su familia al campesino y militante Wenceslao Pedernera. Todos eran colaboradores de Angelelli.

El 4 de agosto -se están por cumplir 47 años- falleció monseñor Angelelli, supuestamente en unn accidente en la ruta.

Después de un largo proceso judicial el juez Aldo Morales dictaminó que un homicidio premeditado.

El 4 de agosto de 2014 el Tribunal Oral Federal de La Rioja condenó a los militares Luciano Benjamín Menendez y Luis Fernando Estrella como autoresintelectuale del asesinato del obispo.

Vale señalar que cuando se produjo el supuesto accidente, Angelelli investigaba los asesinatos de los dos curas y del militante campesino.

Asimismo cabe subrayar que después de un largo recorrido por lso escritorios vaticanos y sorteando la negación de la estructura eclesiástica, el papa Francisco reconoció el martirio en odio a la fe padecido por Antelelli y sus compañeros y tomó la decisión de beatificarlos, con lo cual se los presenta como ejemplos de vida para la Iglesia y para la sociedad.

Oscar Campana en su libro Su sangre en el lodo consignó que Antonio Erman González, quien fuera ministro de Economía de Carlos Menem, afirmó que en una reunión de empresarios llevada a cabo en Chilecito a principios de 1976 se habló de que Angelelli era un obispo rojo y estaba marcado para caer. 

Vale destacar que en el proceso de beatificación y castigo a los culpables del asesinato de Angelelli, fue muy importante la acción del actual arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, quien antes de ser nombrado obispo de Orán, Salta, su primer destino, fue párroco de la Iglesia Catedral de Quilmes.

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