Hoy a las 22.05 y 23.35 serán las últimas funciones de "Capadocia", la pieza de Nora Schiavoni, en el Club Cultural RE, Garibaldi 228, Quilmes.
Actúan Agustina Bonelli, Lucía Daniela, Matías Robles y Genaro Spina, con la dirección de Silvina Sastre.
Se trata de alumnos de la EMBA, con su profesora de tecnicatura teatral.
La propuesta es un viaje en el globo Altintop, con todas las peripecias de la travesía en Capadocia, una localidad de Turquía, que se caracteriza por sus formaciones tipo conos, que semejan chimeneas de hadas.
La obra sin duda es un gran homenaje a la autora, Nora Schiavoni, quien "se fue de gira" en abril, muy joven, con apenas 53 años. Nora, dramaturga, especialista en stand up, actriz, comediante y además, taquígrafa del Cuerpo de la Cámara de Diputados de la Nación.
Esta experiencia Capadocia se enmarca dentro de las propuestas del Microteatro, o sea, obras de quince minutos, en quince metros cuadrados y con quince espectadores.
Entonces plasmar una idea en tan poco tiempo refleja el talento del autor, la capacidad de los actores y la sabiduría de la directora para presentar un espectáculo atractivo, con ironía, humor, reflexión.
Los cuatro protagonistas que se suben al globo para la travesía -interesante manera de construir una escenografía, frente a los desafíos que siempre genera la puesta en escena- muestran su simpatía, sus sueños, sus ilusiones, cada uno con su impronta.
La pregunta que hay que dejar picando es si Nora Schiavoni estuvo en esa localidad turca o soñó con estar, y en base a los conocimientos volcó las sensaciones de los protagonistas.
En estos tiempos que corren, donde gobiernan el hastío, la incertidumbre, la apatía, el desasosiego, cuando la mediocridad parece ser moneda corriente, la pieza ofrece una paleta de posibilidades para tener un cuarto de hora feliz.
Como solía decir el maestro Enrique Pinti, pasan los gobiernos, los peronistas, los radicales... quedan los artistas. Capadocia vuelve a demostrar que en un cuarto de hora se puede modificar a un espectador, que llega de una manera y termina aplaudiendo el espectáculo, con diversión en la mejor manera de vivirla.
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