El tema de las apuestas clandestinas en el fútbol generó un clima espeso en Brasil, porque se supo que el argentino Kevin Lomónaco (foto), de 21 años, de paso por Platense y Lanús, hoy en el país vecino -juega en el Red Bull Bragantino- admitió haber recibido la promesa de cobrar la suma de unos 14.000 dólares por hacerse sacar una tarjeta amarilla en un partido.
Dijo que entendía que no era una falta grave e incluso que recibió antes del partido el 30 por ciento de esa suma que en reales eran 70.000. Sin embargo, el apostador no le pagó el resto e incluso lo siguió convocando para que cometiera infracciones, como hacer un penal.
Se conoció la historia y a partir de ahí, se destapó la olla y ya hay siete jugadores sancionados por situaciones similares. En el caso de Lomónaco fue penado con 380 días sin poder jugar en el club, además de haber tenido que pagar una multa de 20 mil reales.
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