DECLARACION JURADA DEL PRESIDENTE ARTURO ILLIA AL SER DERROCADO


 Aquel trágico día para la democracia de 1966, el martes 28 de junio de ese año, era derrocado el gobierno democrático por el golpe militar de la llamada revolución argentina, que encabezaba el general Juan Carlos Onganía.

Illia se fue a su domicilio y dejó para la historia la declaración jurada de sus bienes, que hablan de su honestidad y de su austeridad.

He aquí esa declaración: una casa y consultorio.

3 trajes grises.

Un traje negro.

2 sacos sporet.

3 camperas.

4 pulóveres.

8 camisas de vestir.

4 camisas de mangas cortas.

10 pares de medias.

10 corbatas.

3 pares e zapatos negros.

Un par de chinelas

Un desavillé.

Una salida de baño.

8 uegos de ropa ainerior.

3 pijamas.

Un par de anteojos negros.

Un portafoliao.

Cabe agregar que Illia no tenía auto, porque lo había tenido que vender.

El próximo miércoles 28 de junio se cumplirán 57 años de aquella trágico día para la democracia argentina.

Fue la primera y única vez que se disolvió el cuerpo de taquígrafos del Congreso.

Illia fue echado de la Casa de Gobierno por una fuerza militar que encabezaba el coronel César Perlinger.

Illia le dijo al militar que se iba a arrepentir de lo que hacía, y vale destacarlo que unos diez años después el militar le envió una carta al doctor Illia y le reconoció que lo que le había dicho era cierto y le pidió perdón.

"EL PAIS QUE QUEDO ATRAS"

En aquellos tiempos el doctor Roberto Roth, uno de los mentores de ese golpe de facto, escribió un libro: El país que quedó atrása, de la editorial EMECE.

En la ocasión el general Onganía imaginaba que "la Argentina campestre, la Argentina fácil, el país de las vacas y del trigo ha quedado atrás".

A lo largo de los distintos capítulos el autor hablaba de la oligarquía, el campo, los partidos políticos, el peronismo, la milicia y las ideas que intentaban justificar un golpe de estado.

Recordemos que en esos días había una gran campaña desde un sector del periodismo -la revista Primera Plana era el principal órgano de difusión de esa campaña- para justificar el golpe.

Se equivocó de cabo a rabo la denominada revolución argentina, que terminó siendo un enorme retroceso para el país, el que se ratificó aun con mayor violencia en 1976 con el golpe de Estado del denominado proceso de reorganización nacional, que dejó tremenda secuela lindante con el horror.

De todo lo señalado, hay que resaltar la generosidad del doctor Illia. El médico de Cruz del Eje, que se fue del poder sin haberse enriquecido. Solo recordar la declaración jurada de bienes aquel 28 de junio cuando fue derrocado constituye una prueba elocuente de su condición humana.

Recordemos que Illia nació en Pergamino el 4 de agosto de 1900 y falleció el 18 de enero de 1983 en Córdoba (el año de la vuelta de la democracia).

Fue presidente de la Nación entre el 12 de octubre de 1963 y el 28 de junio de 1966, cuando fue derrocado. Había sido elegido el 7 de julio junto al doctor Humberto Perette.

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