7 DE JUNIO: LA CELEBRACION DEL DIA DEL PERIODISTA EN LA ARGENTINA

                                                   Nik y su ilustración del Día del Periodista


 Por Eduardo Menescaldi

Hoy, 7 de Junio, se celebra en la Argentina el día del Periodista. Se recuerda la aparición del primer número de La Gaceta de Buenos Aires, ese día de 1810. Fue el órgano periodístico de la Primera Junta de Gobierno, bajo la creación de Mariano Moreno.

En la portada se reflejaba el pensamiento del filósofo Tácito en latín, que traducido decía algo así como Raros tiempos de felicidad aquellos en los que se puede decir lo que se siente y sentir lo que se dice.

Ese era el pensamiento vivo del secretario de la Junta, el fogoso Mariano Moreno, que se convirtió en un adalid dell periodismo en el pais.

Hoy mas que nunca esta celebración va mas allá de los saludos y los festejos, porque pone sobre el tapete el verdadero funcionamiento del profesional.

Ayer, curiosamente, se difundieron plabras del inefable presidente de los argentinos, Alberto Fernández, quien llegó a decir, sin ponerse colorado, que hoy existe un abuso desmesurado de la libertad de expresión, y agregó que durante su gobierno no se tocó p,ersiguió ni atacó a ningún periodista. También dijo que el nunca habló con un medio para que se publique determinada cosa o se eche a algún periodista.

En el mismo discurso señaló que se va a ir del gobierno el 10 de diciembre enriquecido o con funcionarios en la misma situación, etcétera, etécetera, lo que se tomó como un mensaje encriptado para su socia, Cristina Kirchner, o para el bancario devenido en empresario de la obra pública, Lázaro Báez, quien de un modesto empleado de banco se transformó en el principal receptor de las obras públicas en Santa Cruz y en el país.

Alberto Fernández se mira al espejo y no se pone colorado. Olvida los tiempos de jefe de gabinete de Néstor Kirchner en que llamaba a los medios para pedir al responsable que eche a determinado periodista o lo saque del aire. También olvida los tiempos en que su gobierno, con Néstor a la cabeza, invitaban al público en general a escupir a determinados periodistas (léase Magdalena Ruíz Guiñazú, Nelson Castro, Joaquín Morales Solá, etcétera).

Cuando Alberto Fernández proclama que en estos tiempos hubo abuso de la libertad de expresión o el precandidato a presidente Agustín Rossi, hoy jefe de gabinete, dice de modificar la ley de medios en el fondo esconden esa pasión tan kirchnerista por avanzar por los medios que entienden opositores o aquellos periodistas que publican lo que pasa como debería ser siempre la función del profesional, que es el puente entre la realidad y la gente.

HIPOCRESIA Y CORRUPCION

El presidente Alberto Fernández dijo que en su gobierno no se registró ningún hecho de corrupción, tanto de el como de sus funcionarios. Y eso, en el día del periodista, me hizo recordar el capítulo Hipocresía y corrupción, que integró el libro Páginas sueltas, Quilmes, el Congreso y algo mas...

Allí digo que cuando escribía en el diario El Sol de Quilmes llegué a publicar una nota de opinión en la que comparaba a la corrupción con la hipocresía, dos palabras que siempre me dieron vuelta por la cabeza, y que en mi país llevo arraigadas desde que tengo uso de razón.

El diccionario define a hipocresía como fingimiento o apariencia de cualidades o sentimientos contraios a los que verdaderamente se tienen o experimentan" o bien"dícese comúnmente de la falsa apariencia de virtud o devoción".

Mientras que por corrupción la definición remite a "la acción de corromper o corromperse", cuya significado es "alterar o trastocar la forma de alguna cosa". También "echar a perder, depravar, dañar o pudrir", asimismo "sobornar o cohechar al juez u otra persona con dádivas o de otra manera". Otra definición: pervertir o seducir a una mujer.

La corrupción parece un mal inveterado qu,e acompaña al país en toda su historia, con mayores o menores gados de presencia. Son muchos los casos de quienes hicieron del soborno, por ejemplo, una costumbre, léase "coima".

La hipocresía, por su parte, tiene a mi entender el mismo valor o quizás mayor, porque significa escudarse en una acción para desarrollar otra. Y es mas grave por eso del sentimiento contrario al que realmente se tiene.

Me pregunté muchas veces cuál de estos elementos resulta mas negativo para el país. Me parece que la hipocresía es mas doliente, y en los distintos niveles nos topamos con casos, que sirven para justifica rel rechazo que provoca.

La corrupción puede empezar desde lo simple. Una vez escuché la queja de un padre de familia, quien en un diario contó lo que ocurrió en el colegio de su hija. Había que elegir a un representante del grado para concurrir al Congreso nacional para participar -los chicos- del programa "legisladores por un día".

El atribulado padre mencionó que una compañera de su hija había hecho proselitismo, prometiendo regalar chupetines a quienes la votaran. La chica, por supuesto, ganó y entregó los chupetines como la pequeña "coima" para sus seguidores.

El padre aseguraba que el tema se trató en una reunión en el colegio y su indignación fue mayor porque la mayoría le restó importancia a la actitud de la nuiña, y en todo caso, destacaron la astucia para conseguir los votos. Este padre se quejaba porque prácticamente no hubo nadie, excepto el, que reprobara la conducta, y decía que este era el primer paso, que con el tiempo se iba a transformar en una contante, por lo que con el paso de los años el nivel de corrupción iba a ser mayor.

En esa reunión de padres se juntaron las dos palabras que justifican este comentario: hipocresía y corrupción.

Quizás no lo veamos los integrantes de mi generación, y hay que confiar que sí puedan disfrutarlo mis hijos o mis nietos, para que las próximas generaciones estén formadas de otra manera, donde tengan vigencia palabras como transparencia, honestidad, solidaridad, la cultura del trabajo. 

Nuestra sociedad ha padecido muchos males, que han socavado sus cimientos. Lo importante, no dejarse llevar por el pesimismo o el desinterés. Hay que demostrar que es posible construir un hombre nuevo, como base de un país nuevo, porque un país se ahce con gentes que sientan que vale la pena vivirlo.

Mientras tanto, aunque duela, hay que aceptar la realidad, eso si, sin dejar de levantar bien alto las banderas que flameen hacia un futuro mejor.

Se sabe que difícilmente terminen la corrupción y la hipocresía. Son males que afectan a todas las sociedades, de todas maneras hay que seguir bregando para que no alcancen una dimensión tal que brillen por encima de los auténticos valores.

Estas expresiones estaban contenidas en aquel libro publicado en el 2010.

También decía en este capítulo que no hay que dramatizar las cosas y menos, generalizarlas. No resulta saludable decir: todos los... -y aquí se pueden poner lo que se quiera, por ejemplo, periodistas, taquígrafos, docentes, políticos, abogados, contadores, profesionales etcétera -son corruptos o hipócritas.

Hay buenos y malos como en todas las cosas. Habrá que tratar de que predominen los que se manejan honestramente, los que finalmente deberán estar por encima de los otros.

"Aquí podría hacerse la comparación con los artistas verdaderos. Son muchos los que viven de un éxito pasajero o de un momento de fama, en tanto los que realmente valen son aquellos que logran mantenerse superando el tiempo, como para que ese tiempo termine por considerarlos clásicos.

"Esta querida Argentina, un país en el que todo está por hacerse, necesita hoy mas que nunca de gente dispuesta a sepultar palabras como corrupción y como hipocresía, seguramente así tendrá eld esteino de grandeza que todos soñamos".

Esto fue escrito hace muchos años, pasó el tiempo y este 2023, cuando se están cumpliendo cuatro décadas de la vuelta de la democracia, estas palabras mantienen enorme vigencia.

El saludo pleno a todos los periodistas que sostienn  la profesión como un modo de vida.


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