EN LA COSTA PATAGONICA, TIRAN AL MAR UN MILLON DE KILOS DE PESCADO POR DIA

                                                        Pinguinos en Punta Tombo


 La información dice que en la zona de Punta Tombo, Chubut, miles de pinguinos llegan a las playas cercanas a la península de Valdés, y como todos los años son la atracción, pero ahora sufren los embates de albatros y gaviotas. 

Albatros y gaviotas se han multiplicado de tal forma que algunos biólogos del Centro Nacional Patagónico y Centro de Estudios del Medio Ambiente Patagónico, dependiente del CONICET, están estudiando de dónde provienen tantos ejemplares alados.

Dice el mismo informe que en algunas localidades pesqueras aledañas a Santa Cruz y Chubut los habitantes observan que el cielo se oscurece cuando gigantescas bandadas terminan, literalmente, tapando el sol.

Cuando se investiga de dónde salieron, la realidad es que estos gigantes el aire van hacia el mar buscando comida. Y resulta que cada día encuentrn mas comida: por eso se reproducen tanto y por eso son cien veces mas que en los años noventa. Los albatros y las gaviotas encuentran cientos de peces flotando muy cerca de la costa.

Cuando se buscan las causas del fenómeno por ahí se habla de contaminación pero no es así: la respuesta pasa por la corrupción en nuestro país.

Se recordó que el Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación tuvo la desastrosa idea de reirar los inspectores que iban a bordo de los pesqueros y de los fresqueros que buscan langostinos, y reemplazaron a esos inspectores por meros observadores con un casi nulo poder de policía. Se destaca que ese hecho coincidió casualmente, o no tanto, con otras situaciones desgraciadas que se describen a continuación:

1) La Comunidad Económica Europea expulsó de sus mares a los buques congeladores, que eran altamente depredadores. Frente a ello las grandes empresas españolas se vinieron para la Argentina, porque ahí la depredación es una palabra casi sin uso.

2) Las autoridades de las provincias involucradas, Chubut y Santa Cruz, autorizaron a las naves factorías extranjeras a tirar  por la borda aquel pescado que no les conviniera.

Los buques solo buscan langostinos, una especie que cuesta en el mercado internacional 18 dólares el kilo.

Y arrojan al mar la merluza, el cazón, el abadejo, las rayas e incluso el salmón que caen en las redes.

Como la merluza es predador del langostino, ejemplares de  muchísimo kilaje quedan atrapados, son llevados a la cubierta y arrojados al mar.  Como estos peces viven a 80 ó 90 metros bajo la superficie, una vez subidos al barco mueren por la diferencia de presión. Aunque los devuelvan al océano, ya están muertos. 

Aparecen los albatros y las gaviotas y se los comen.


                                      Las gaviotas

La información añade que tira al mar cada barco de 40 a 50  metros de eslora unas 10 toneladas por día, o sea 10 mil kilos.

Esa cifra solo para la merluza (no se cuenta lo relativo a la centolla, el abadejo, el cazón, el salmón u otra especie) debe multiplicarse por la cantidad de barcos que salen a buscar langostinos. Por día en la zona son mas de cien barcos. Si se multiplican esos cien barcos por los diez mil kilos se tendrá la friolera de un millón de kilos de pescado arrojados al mar cada vez que sale el sol.

Se menciona que un millón de argentinos dejarían de tener hambre porque un kilo de excelente pescado es un regalo de los dioses.

Japón es el país con mejor educación y tecnología avanzada en el mundo. Y ese país tiene como base de la comida el pescado.

No hace falta decir que los chicos argentinos obtendrían grandes beneficios si alimentaran sus cerebros con fósforo de los mejores ejemplares marinos del país.


                                               Los albatros

LA DENUNCIA

Estos números que averguenzan fueron denunciados muchas veces por los marineros nucleados en el SOMU (el sindicato dirigido por el polémico Caballo Suárez, a quien se lo recuerda borracho en medio de una gira de Cristina Kirchner por Europa, con el consabido escándalo, por lo que fue sacado de la delegación).

La oposición a Suárez ha reclamado a los empresarios, gobernadores patagónicos y autoridades nacionales que terminen con la depredación del recurso, y que alimenten a la gente pobre, que también ahí en el sur del país.

La respuesta de los dueños de las pesqueras españoles fue no contratar argentinos como personal a bordo, prefieren a peruanos y bolivianos que no se quejan por la depredación, porque no sienten la plataforma continental como propia.

Ante ello, los políticos argentinos reciben baja en el impuesto a las ganancias, para que ganen mas y no sigan protestando.

Hace unas semanas los marineros opositores se rebelaron y quemaron varias plantas de procesamiento en Puerto Deseado. Uno de los pedidos, además del salarial, era que dejaran de tirar pescados muertos al mar.

Los científicos extranjeros que analizaron la multiplicación de gaviotas y albatros han señalado con resignación: La causa de semejante mutación en la población de aves no es otra que la enorme riqueza de los argentinos, casi tan grande como su propia estupidez.

Vale señalar que este informe pertenece a la profesora y colaboradora Alicia Jardel.

Por su parte, la doctora en biología, investigadora del Centro Universitario de Bariloche y de la Universidad Nacional del Comahue, Dora Grigera, publicó que "este es otro de los interminables negociados que hacen los empresarios pesqueros, junto con los políticos y funcionarios públicos corruptos, a expensas de la riqueza de nuestro suelo, la apatía de nuestro pueblo (y lo que es muchísimo peor) el futuro de nuestros hijos...".

Comentarios