En la homilía durante el Te Deum en la catedral metropolitana, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Aurelio Poli, frente al presidente de la Nación, Alberto Fernández y al jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, habló de la desigualdad que existe para un amplio sector de la población mas vulnerable. Recordó que seis de cada diez nios, niñas y adolescentes argentinos son pobres.
Dijo que las cifras hablan de 8.200.000 menores de los cuales 4,2 millones tienen carencias alimenticias.
Dos de cada diez sufren privaciones graves.
Poli dijo que "en un proceso electoral para elegir a quienes esperan conducir la Nación vemos una inmejorable oportuniad para que los candidatos manifiesten su vocación de servicio y aprovechen sus palabras para hacer docencia democrática con propuestas claras y sin descalificar a los que compiten con un lenguaje nuevo que promueve la solidaridad y devolver al pueblo la confianza y el deseo de participar en la construcción de un destino común.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, tomó la palabra y le habló al prelado de construir en la convivencia democrática que ha faltado ene ste tiem,po.
Agregó que estaba claro que hay pensamientos distintos y que se tienen aspiraciones de un país distinto "pero todos debemos tener el compromiso de estar con los que menos tienen. Como dice el Papa Francisco, primero los últimos".
Evidentemente, son palabras de funcionario. Pero la realidad, que es la única verdad, es que Alberto Fernández no fue invitado al acto que en estos momentos preside Cristina Kirchner en la plaza de Mayo ante una multitud. Alberto está siguiendo el discurso desde la residencia presidencial de Chapadmalal.
Habló de convivencia el presidente pero no se saludó con el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, cuando ambos estaban en el mismo acto en la catedral Metropolitana. Mejor que decir es hacer...
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