EN LA FECHA DE LOS ÑOQUIS, Y SIN ESCOBA, VIAJA SERGIO MASSA CON EL JEFE DE LA CAMPORA

 


Por Eduardo Menescaldi

-Voy a barrer a los ñoquis de la Cámpora, sentenció sin ponerse colorado el hoy ministro de Economía, Sergio Massa (un video que se viralizó años atrás).

Hoy, como ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, comparte el viaje a China en el avión presidencia con el jefe de la Cámpora, Máximo Kirchner, y una comitiva en la que están, entre otros, la presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación, Cecilia Moreau; el titular del Banco Central, Miguel Angel Pesce; la vicecanciller, Cecilia Todesca; el jefe del INDEC, Marco Lavagna ...

En China los recibirá el embajador argentino en ese país, Sabino Vaca Narvaja (Máximo se encontrará con su ex concuñado, ya que Florencia estuvo casada con el hermano de Sabino, Camilo, padre de Helena, la nieta de Cristina).

Curiosas paradojas de nuestro país. El avión presidencial llegó hace pocos días -hizo piruetas en su presentación, cuando conmovía el costo de esta nave del año 2000, en el orden de los 25 millones de dólares- y el primer viaje que realiza no es precisamente con el primer mandatario, que decía que lo iba a usar en los viajes hasta el 10 de diciembre, cuando deba entregar el poder, sino que lo hace el ministro de Economía, la titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Cecilia Moreau, el presidente del Banco Central, Pesce...

En estos momentos la aeronave llegó a Valencia, en escala española, y según cuenta en el canal La Nación+ el periodista Diego Cabot, el costo de esta aventura será de unos 350 mil dólares (la ida), a razón de 14 mil dólares la hora.

Cuesta creer que en el avión presidencial... no viaje el presidente -sin embargo mañana Alberto Fernández irá en otro avión a Brasil para encontrarse con el presidente Lula- y que sí lo haga el ministro de Economía, que ahora se olvidó de los ñoquis de la Cámpora -sorprende hoy 29, o sea día de ñoquis- y no solo eso, está viajando a la China con el jefe de la Cámpora. Se ve que no consiguió la escoba para "barrer a los ñoquis de la Cámpora"- y además se anima a compartir un viaje de muchísimas horas con el hijo de la vicepresidenta, como para negociar en semejante travesía la fórmula del oficialismo en las próximas elecciones.

Esta especie de armada Brancaleone va a China a buscar unos 3000 millones de dólares (se habló de 8000 millones, pero la realidad es que ya se recibieron 5000), pero además pasará por Washington para estar en el Fondo Monetario Internacional y también negociar plata verde fresca que será como oxígeno para un paciente -Argentina- a la que le cuesta respirar, desde el punto de vista económico.

Los que entienden esta movida aseguran, como el economista Carlos Melconian, que el viaje a China es mas político que económico, pero que lo más importante para cumplimentar el operativo LLEGAR será conseguir que el FMI se avenga a adelantar fondos, tan necesarios como agua en el desierto.

El gobierno tripartito de los Fernández y Massa está corriendo sus últimos metros del tiempo de mandato y lo hace con tres patas bien separadas. Alberto Fernández, cual jarrón chino, sigue cumpliendo un rol protocolar. El viaje a China en el avión presidencial es el mejor ejemplo de lo antedicho.

Sergio Massa parece el mas empoderado y a pesar de sufrir a veces momentos difíciles -como cuando el periodista mendocino le preguntó por el narcotráfico en Nordelta y las acciones de el como intendente contra ese flagelo- se subió al avión presidencial como si ya hubiera sido elegido para el próximo mandato.

La tercera pata es Cristina Fernández, la vicepresidenta que todavía da que hablar por haberse apoderado de la fecha patria del 25 de Mayo, para borrar a los patriotas de 1810 y poner en su lugar a su marido, con aquella histórica asunción como presidente hace dos décadas. CFK comandó la que pareció ser la fiesta de despedida ante su núcleo duro, mostró su empatía con las tormentas y se apiadó un poco de los fans que se estaban mojando mientras hablaba, y reconoció que ella tenía techo, su gente, no...

Todo este relato, que podría ser temática para un gran culebrón televisivo, es la cruda realidad, como diría el pelado Trebucq...

 

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