Por Eduardo Menescaldi
El colega Sebastián Kerle, en el diario El Sol de Quilmes, sostiene que al Cervecero se le acabaron los fondos para invertir en futuro futbolístico, y muestra la preocupación que generó el empate en Tristán Suárez, un rival que toca fondo.
Explica el colega que los réditos estuvieron de entrada y esos fondos sirvieron hasta ahora para seguir en la zona de lujo del Reducido, pero a su entender ya no queda nada para rascar la olla.
Seguramente Sebastián debe recordar aquel partido que jugó Quilmes años ha, con el técnico Gustavo Alfaro, cuando en casa el Cervecero perdía 3 a 0 con San Martín de San Juan y llovían los comentarios adversos hacia el equipo y el cuerpo técnico (siempre el mejor fusible a la hora de tomar decisiones).
En esa oportunidad, precisamente en el diario El Sol, publiqué un artículo en el que defendía a rajatabla la gestión Alfaro. Cuando todos lo querían echar, inflé el pecho y lo defendí, porque entendía que estaba capacitado para revertir la situación. Y así fue nomás. Porque cambiaron los resultados, mejoró el equipo y fue recuperando terreno hasta llegar a jugar con Argentinos Juniors esos dos partidos definitorios, el primero en Quilmes con victoria 1 a 0 -gol de Agustín Alayes- y la revancha fue empate sin goles y ascenso. Aquel histórico 5 de julio de 2003 en Ferro -se van a cumplir veinte años- unos 13 mil hinchas del Decano acompañaron ese ascenso.
PNo se pueden comparar situaciones, tampoco decir que Mario Sciacqua se parece a Gustavo Alfaro, o que los jugadores actuales de Quilmes puedan compararse con Agustín Alayes, el arquero Marcelo Elizaga, el Chavo Desábato, el Mono Aguilar, el Chapu Braña, el Chino Benítez, el Tucu Saavedra, etcétera.
De todas maneras, el partido con Atlanta puede aparecer como bisagra en este momento tan especial, con un equipo que suma de local y padece de visitante. Precisamente, lo que logró en casa le dio aire para seguir todavía en el Reducido, aunque la realidad dice que en las próximas fechas habrá mas partidos seguidos de visitante que de local.
Porque quedan dos fechas de esta primera rueda -de local con Atlanta y de visitante en Córdoba con Rácing- pero después los primeros cuatro encuentros tendrán tres de visitante -Riestra, Gimnasia en Jujuy y Aldosivi en Mar del Plata-y solo uno en el Centenario, precisamente ante Ferro (el único partido que se ganó fuera de casa).
Entonces, hay lógica preocupación, que tendrá que charlar el cuerpo técnico con el plantel, con el objetivo de empezar a recuperar la memoria, para evitar fundamentalmente que en un torneo tan largo -aunque parezca mentira todavía hay que jugar 19 partidos, o sea habrán 57 puntos en juego- comience a soplar el viento huracanado en contra y se termine sacrificando al cuerpo técnico como parece moneda constante en este torneo (en realidad en todos cuando no se dan los resultados).
En síntesis, será cuestión que todas las partes se pongan de acuerdo para tirar para adelante -el hincha hace lo suyo porque cada vez que se juega en el Centenario acompaña una multitud, como sin duda será el sábado ante Atlanta- y buscar la manera de empezar a recuperar terreno (hoy el líder Maipú está a seis puntos, Chacarita a cinco, Rafaela a cuatro e Independiente Rivadavia, a dos).
Recordemos que el que gane la zona jugará con el vencedor de la otra por el ascenso. El perdedor ingresará después al Reducido. Ese Reducido lo jugarán siete de cada zona, o sea los que se ubiquen del segundo al octavo lugar.
Hoy, entonces, pueden haberse acabado los fondos. Será cuestión de buscar la manera de conseguir nuevos elementos para que el partido ante el Bohemio no termine por ser un drama (alguno recordará aquella derrota ante este rival en el mismo escenario, cuando se lesionó el arquero Budiño, ingresó el juvenil Morales y sufrió dos goles en pocos minutos, uno de ellos inédito, porque fue olímpico).
Hay mucha agua que debe correr bajo el puente... Ojalá que los vientos que soplen de aquí en mas sirvan para tranquilizar las aguas y no generar mas preocupación.
Tampoco hay que dejar de olvidar que aquel ascenso de 2003 terminó con la leyenda de la maldición de la bruja Dora, quien había maldecido al club diciendo que no ascendería por trece años. Por eso, se habló de los vengadores de Alfaro. ¿Habrá gladiadores de Mario Sciacqua?
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