El técnico de Quilmes, Mario Sciacqua, habló después de la victoria Cervecera ante Chaco For Ever.
Si bien reconoció que el equipo había tenido altibajos, celebró el triunfo y justificó la afirmación con el hecho de "que había que ganar. Hoy no quedaba otra cosa...".
Explicó que Quilmes tuvo un buen primer tiempo, y que fue resignando posiciones en el segundo. Reconoció que en el complemento ya Iván Colman no tenía el peso del primero, y se vio obligado al cambio, además del necesario por la lesión de Brahian Ayala.
La preocupación ahora pasa por saber el resultado de la lesión de Mario Sanabria, quien se retiró con muletas.
No se fue conforme con el rendimiento del equipo, sobre todo por lo del segundo tiempo. Sin embargo, repitió el latiguillo, casi como un exabrupto: había que ganar... como sea. Y eso se logró.
Ahora habrá un buen tiempo para recuperar nivel, jugadores lesionados y pensar que dentro de quince días el rival será nada menos que el líder, Chacarita, en el Centenario.
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