EN UNA ARGENTINA INFLACIONARIA, ¿SE PUEDE LLEGAR A FIN DE MES?


 Por Eduardo Menescaldi

Argentina vive una situación inflacionaria galopante, con aumento de los precios en forma constante. El 7,7% que marcó el índice en marzo y que se espera repetir en abril habla a las claras de que se viven tiempos ajustados por la economía, frente a los cuales la política no resuelve con planes sino con parches.

El gobierno sigue agobiado por sus desacoples entre las tres partas que forman la coalición que gobierna. El presidente de la Nación, ya decidida su renuncia a la reelección, se ha convertido en prescindente. O sea sumó dos letras a su cargo, pero con una característica, que solo será una figura decorativa, por lo que seguramente va a estrenar el nuevo avión a fin de realizar distintos viajes, el primero el martes a Brasil para encontrarse con su amigo Lula (el único que lo sigue invitando).

La vicepresidenta Cristina Kirchner quiso ofrecer una clase magistral en el teatro Argentino de La Plata, pero los economistas se sorprendieron porque no hubo ni clase ni maestría. Simplemente intentó justificar los derrapes económicos de su gobierno, echándole la culpa ahora al Fondo Monetario y pidiendo que se revise el acuerdo.

No habla de inflación ni dice nada de las causas, como es la hiperemisión, que termina provocando la inflación galopante. 

Se sorprende por el país "injusto" que se le está ofreciendo a los jóvenes, pero no dice nada de su gran cuota de responsabilidad, porque es "su" gobierno con el elegido (a dedo), que pudo haberla defraudado pero que en definitiva terminó haciendo todo lo que CFK le pedía. Cuando se dio cuenta que no había plan y que todos eran parches, pretendió hacerse a un lado para que sus seguidores con obediencia debida traduzcan en el operativo clamor la posibilidad de presentarse como candidata a las elecciones próximas.

"No se hagan los rulos", respondió cuando estallaba el operativo clamor. Y agregaba que lo había dado todo y que ahora los militantes debían usar la lapicera, esa que alguna vez le reclamó a Alberto Fernández que la usara.

La tercera pata de los que mandan ahora está a cargo del superministro de Economía, Sergio Massa, quien hace malabares para contener la economía, la suba del dólar, los precios justos, las amenazas, etcétera, y los viajes a Washington para que desde el FMI tengan en cuenta la necesidad de rever el acuerdo, y no dar tanta magnitud a las palabras de CFK cuando arremete contra el organismo.

No dice nada CFK de la explosión de la emisión e ignora que es una herramienta que alimenta la inflación. No se entiende que quiera hacer creer que si se emite no se incrementa este flagelo que los argentinos venimos sufriendo desde hace muchos años.

De pronto critica a quien fue ministro de Economía, Domingo Cavallo, por el tema de la convertibilidad, cuando los archivos son claros y la desmienten: llegó a calificar a Cavallo como un gran cuadro político y económico.

No se queda tranquila con desdecirse sobre Cavallos y pone en el escenario a Javier Milei, como para cambiar el Ah pero Macri por el Ah pero Milei...

Evidentemente, CFK está muy vulnerable y solo depende de esa masa de seguidores que aplauden hasta cuando respira.

Frente a este panorama todos las miradas están puestas en lo que vendrá en materia electoral. El 24 de junio es la fecha límite para presentar listas, tanto del oficialismo como de la oposición.

Por ahora, todas las especies dicen que será Sergio Massa el candidato del oficialismo. En la oposición son varios los candidatos, entre otros Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta -María Eugenia Vidal anunció que no irá por la presidencia- y ahora se sumó José Luis Esper.

 A estas posibilidades se suma el gran candidato disruptivo, Javier Milie, que según las encuestas sigue sumando seguidores, lo que podría provocar en las PASO llegue al balotaje, convirtiéndose entonces en el gran batacazo. Si no ocurre eso, los puntos que calza sirven al menos para terciar en la segunda vuelta en cuanto a lo que dirán sus votantes, entre decidirse por Juntos por el Cambio o por el Frente de Todos.

El hombre común mira esta historia y se pregunta quién le va a resolver los problemas de todos los días. La eocnomía, la inseguridad, la desocupación, la educación, etcétera, son los temas que encuentran el lugar principal. Habrá que ver qué candidato será capaz de atrapar mejor al electorado en este año especial de cuatro décadas de democracia.

Y la pregunta del millón en este último día de abril para el ciudadano común: ¿cómo le fue con el bolsillo? ¿Acaso llegó con recursos a este fin de mes...? Porque muchos -lo dicen los comerciantes- gastan hasta el día quince y de ahí en mas se ven en figurillas para sostener los otros días, con la mirada puesta en el cobro del nuevo salario. 

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