Desde hoy martes, en el horario de 17 a 19, ha vuelto el programa de los vecinos, "Micrófono Abierto", con la conducción del periodista Pedro Navarro y Camila García en la operación técnica.
En este primer programa del año estuvo en los estudios el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, quien habló de distintos temas y puso el acento en la pobreza.
Monseñor Tissera es cordobés y llegó a la diócesis de Quilmes el 17 de diciembre de 2011, en una ceremonia que presidió el entonces arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio (hoy Papa Francisco).
En esa ceremonia, el prelado Tissera recordó al mítico cura cordobés Brochero, y dio como mensaje que llegaba a esta diócesis "como el cura Brochero, despacito y por las piedras".
En la charla con Pedro Navarro el obispo empezó hablando de la radio de la diócesis que comenzó en 2016. Incluso mencionó que desde chico escuchaba radio en su ciudad, Río Cuarto, Córdoba, en una emisora que nació en el mismo año que él, en 1951.
Pedro le preguntó por los noticieros y la respuesta fue que como son todas empresas responden a los intereses que representan, con temas como la violencia, la pobreza.
Reconoció que "la dirigencia deja mucho que desear, y me incluyo" para definir que "la democracia se construye, no es cuestión de un decreto. Se la construye con actos democráticos, como un estilo de vida, donde deben estar el respeto, la libertad por supuesto y la participación en la cosa pública, la búsqueda del bien común.
Destacó que "la política la hacen los seres humanos. Se habla mucho de los políticos, pero hay mucha gente que hace política bien. La política es una vocación y hacen falta buenos políticos.
Coincidió en que "ha fracasado la parte de la dirigencia política por la forma de hacer política. Mas que nada preocupan los jóvenes, que son el futuro, porque a veces ven que desde la política no se hace lo que se dice. Y eso es lo que los jóvenes advierten y ven.
Monseñor Tissera señaló que nació en 1951, es decir cuatro años antes de la caida de Perón. "Después vinieron las décadas del 60, 70, la dicadura. Esas cosas se han sufrido.
A la hora de buscar responsabilidades en la situación actual dijo que no solo hay que hablar de los políticos sino de la dirigencia en general. "Hay mucha gente que no es política pero hacen otra política. La política es el trabajo por el bien común y hay muchos sectoes que hacen su política.
EL EGOISMO
De inmediato se habló del egoísmo. Monseñor sostuvo que "el egoísmo siempre está en el corazón humano. El egoísmo cunde cuando los valores no están presentes, el sálvese quien pueda, cuando solo se puede decir que se han roto los vínculos.
El siguiente escalón analizado se refirió a la pobreza, poniendo el énfasis en la diócesis, que abarca Quilmes, Berazategui y Florencio Varela.
"Hay un porcentaje de ciudadanos sumidos en la pobreza desde hace rato. En ese sentido existen políticas de ayuda, están los planes sociales.
Explicó que la situación actual ha afectado incluso a la clase media. "La clase media de la diócesis cuenta con personas que tenían un buen trabajo, por ejemplo quien lo hacía en un frigorífico como tantos aquí, con un buen sueldo y en blanco. Ultimamente lo que nos dicen es que no les alcanza para llegar a fin de mes. Eso significa que se está llegando a una situación de empobrecimiento
"Nuestra región tiene un alto porcentaje de gente, donde la mayoría trabaja, algunos tienen planes y también trabajan, y además reciben ayudas.
Monseñor Tissera, presidente de Cáritas, habló de los lugares que mantiene la institución, como los merenderos, los comedores, donde también trabajan los movimientos sociales y otrs iglesias cristianas.
Confesó que hay familias que desde los años 90 no conocen lo que es comer en casa y deben recurrir a los merenderos.
Al referirse a los problemas de la pobreza y la indigencia, resaltó que en otros tiempos el flagelo era el alcoholismo, pero hoy es la droga.
Habló del departamento de drogadependencia, asistido por la diócesis, que forma gente para poder ayudar a los que han caido en el drama de la droga.
"Aquí el Estado está ausente, porque los lugares de internación son privados y los costos, muy elevados. Se hace muy difícil internar a los adictos en lugares del Estado.
Agregó el tema de la salud mental, como grave problema para el afectado. "Existe una ley, que está bien pero no responde a nuestra realidad.
"Otra cuestión pasa por la gran cantidad de chicos y adolescentes judicializados. En los casos de violencia familiar o doméstica, la pregunta es dónde van estos niños que quedan desamparados. No puede volver el padre a la casa, por ahí continúa la mujer, ¿y qué pasa con los chicos?
"El tema de la pobreza tiene que ser central, cualquiera sea el gobierno que venga. No se podrá salir si no se la enfrenta con respuestas efectivas. Hay un sector de la sociedad, que son los descartados por todos, como dice el papa Francisco. Algunos pretenden sacar la locomotora y dejar en banda a todos los vagones, que son personas que tienen su DNI.
Tissera destacó la vigencia del Registro Nacional de Barrios Populares, que hoy registra 4600 barrios populares "para atender a personas que ni siquiera podían decir que vivían en tal lado. Este programa del registro de barrios popualres permite que la persona pueda tener, desde el Estado, un lugar para vivir, obras como red de agua, cloacas, es decir, la urbanización de estos barrios populares.
"El fenómeno que se vive en Quilmes es que no hay tierras. Resulta que donde alguien tenía un terreno, ahora viven dos o tres familias. Esto es triste en un país donde lo que sobran son tierras".
Monseñor Carlos José Tissera, obispo de Quilmes, hoy pasó por "Micrófono Abierto" junto al periodista Pedro Antonio Navarro, por Radio Quilmes (106.5).
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