Los números de la inflación siguen ardiendo en el país, mas allá de que el gobierno utiliza excusas que parecen hacer recordar aquellas imágenes del Titanic al chocar con el iceberg aquel 14 de abril de 1912 o sea hace 111 años.
Mientras los números estallan en la economía argentina, desde el gobierno gambetean la cuestión y en ese sentido resulta increíble la definición de la vocera del presidente, Gabriela Cerrutti, quien justificó el número inflacionario en la guerra de Ucrania y Rusia, la gripe aviar y los factores externos. Sorprenden los argumentos porque los países de la región -léase Uruguay, Brasil, Paraguay, Chile, entre otros- tienen números mucho mas chicos y se supone que la guerra también debería afectarlos.
Evidentemente hay mala praxis en la economía, con la emisión sin control, el plan platita, y todas las políticas del gobierno que resultan ineficaces y preocupantes. Si a ello se suma el clima social, la inseguridad, las palabras del ministro Aníbal Fernández, que quiere meter miedo con sus exabruptos ("Si gana la oposición va a haber sangre en la calles y muertos"), se tendrá una idea del combo que desde el oficialismo se arma para que la población muestre su preocupación por el clima político reinante.
Si no alcanzaba con el 7,7 % del mes de marzo hay que agegar que la inflación interanual es del 104, 3 por ciento. Una mezcla explosiva y alarmante.
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