Por Eduardo Menescaldi
Cada vez que llega el Domingo de Pascuas el sentimiento apunta a la familia, sin duda la célula vital de toda sociedad. Pero también nos recuerda aquella histórica frase del presidente Alfonsín en la Semana Santa de 1987, cuando hubo una asonada militar conducida por Aldo Rico, que terminó con la rendición del propio Rico y el mandatario radical en el balcón de la Casa de Gobierno, acompañado por líderes de otras fuerzas y la frase de "la casa está en orden. Felices Pascuas".
Hoy las Pascuas encuentran al país transitando su cuarta década desde la vuelta de la democracia.
Curiosamente, dos de los periodistas y analistas políticos mas importantes del país, coinciden en su columna del diario La Nación en hablar del Titanic. Se trata de Jorge Fernández Díaz y de Joaquín Morales Solá.
Hablan de ese trasatlántico imponente que un 10 de abril de 1912 zarpó del puerto inglés de Southampton y que cuatro días después tropezó con un iceberg, que provocó la peor tragedia de la historia de la navegación, con 1492 fallecidos y 712 heridos.
Los analistas dicen que el actual gobierno kirchnerista parece vivir la tragedia del Titanic, bastante alejado de la realidad, comandando un buque que parece marchar inexorablemente al maldito iceberg.
Hay muchas señales del divorcio entre los que mandan y la gente. Con el presidente Alberto Fernández, descansando en Chapadmalal, alejado de toda cuestión de gobierno. La vicepresidenta Cristina Kirchner, solo centrada en sus causas judiciales, con el argumento de que no se va a presentar en las próximas elecciones porque se siente proscripta, algo que es una gran mentira pero al que se aferra sabedora que su imagen negativa le van a impedir cualquier victoria si pensara en "volver" a la presidencia. En realidad hoy está en la vicepresidencia, por mas que quiera diferenciarse de "su" gobierno que encabeza al que eligió a dedo por un twitt.
Esto sin entrar en hechos puntuales, porque nada dijo del asesinato del colectivero, ni siquiera se condolió con la familia y solo dijo algo para reiterar su yoísmo al señalar que "tuve la suerte que no tuvo Barrientos", como si el atentado del pasado 1 de setiembre pudiera compararse con lo que le pasó al chofer.
Y el ministro de Economía, el que venía a "barrer a los ñoquis de la Cámpora" y que despotricaba contra el kirchnerismo, a tal punto de poner su firma ante el periodista que lo entrevistaba, hace malabares para contener la economía, sin lograrlo por cierto, ya que las cifras de inflación espantan.
Este trípode, bastante desencajado, se traduce también en otros referentes del gobierno actual. Lo encabeza el gobernador Axel Kicillof, cada vez mas alejado de la realidad. Lo demostró días atrás cuando quiso interpretar el asesinato del colectivero Daniel Barrientos como una conspiración política para "tirarle un muerto" al gobernador (lo dijo el inefable ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, con su puesta en escena en la zona de la General Paz ante la protesta de colectiveros, conmovidos por la muerte de un compañero).
Aquí no se trata de juzgar al gobernador por sus discursos -la apertura de sesiones de la Legislatura provincial fue una obra maestra de una falta de empatía con un texto... !Y eso que leía lo que decía!- sino por sus actos. Kicillof fantaseó que al colectivo le cruzaron un auto, cosa que fue firmemente desmentida por una pasajera de la unidad. Incluso enlazó este asesinato con la presunta relación con Patricia Bullrich, quien había estado días antes con colectiveros, que confesaban su preocupación por los hechos de inseguridad. Mencionó un cartel que decía que ahora no se tiene miedo, y su mente alocada lo llevó a sostener que Patricia estaba detrás del chofer asesinado. Sin duda, una chicana y una feroz interpretación kirchnerista de que hay una conspiración contra los que representan la verdadera felicidad.
Para colmo Kicillof y su ministro Berni no se quedaron atrás. Como lo demostró el operativo de detención de dos colectiveros por las agresiones a Berni -como si se trata de dos poderosos narcos- y luego los operativos en los colectivos, con cacheo de personas e imágenes que parecen recordar a oscuros tiempos de la dictadura militar.
Los que timonean el Titanic no parecen entender la realidad de una nave que se mueve en aguas borrascosas. La orquesta sigue tocando, y como si esto fuera poco, hay programada desde la Cámpora una marcha a Tribunales contra la Suprema Corte el próximo jueves 13 de abril.
Los cruces entre los responsables de la seguriadad de Nación y Provincia también echan nafta al fuego. Aníbal Fernández dice una cosa, Berni lo contradice, Kicillof también. Lo mismo el jefe de asesores del gobernador, el quilmeño Claudio Bianco, quien ironiza desafiando a Aníbal Fernández que se presente en la provincia "ya que sabe tanto del territorio".
Ya que se habla de la provincia de Buenos Aires, hay que poner el acento en el Conurbano profundo. Estos días, sobre todo con el libro del periodista Carlos Pagni, El nudo, esta región ha tomado protagonismo. Se lo ha descubierto en su verdadera dimensión, y dentro de ello está el desarrollo del narcotráfico que poco a poco va copando este lugar. Ya no solo debe preocupar lo que pasa en Rosario, ahora también hay que poner la mirada en esta región.
Se descubrió lo que pasa en La Matanza, el mayor distrito del Conurbano en cantidad de habitantes, donde los narcos se pasean y hacen de las suyas sin ningún limite. Resulta increible y patético que el intendente Fernando Espinosa se haya borrado durante todos los últimos episodios y no hubiera dicho nada, ni siquiera un mero comentario de condolencia hacia la familia del chofer asesinado. En esa fantochada, apareció en un acto con jubilados.... entregando huevos de Pascua.
Morales Sola dice que la facción kirchnerista ya no está en condiciones de hacer nada para resolver los dos problemas que mas afligen a la gente común, porque se acabó la magia.
Y Fernandez Díaz grafica a estos timoneles del Titanic diciendo que corren desesperados por cubierta a sabiendas de que no hay votes para todos y piensan a quién encajarle el sombrero de saboteador.
El propio mentor del kirchnerismo, Horacio Verbitzky, en su columna de El cohete a la luna pretende justificar que en este período K solo hubo tres colectiveros muertos, lo que para el es poco... Evidentemente, una expresión totalmente alejadad de la realidad y propia de un pasajero que está escuchando a la orquesta tocar.
Un Domingo de Pascua especial en esta Argentina 2023. La casa no está en orden, ojalá que los responsables de manejar el barco se den cuenta del mar en que navegan y tomen las decisiones mas acertadas para evitar que el viernes se choque contra el indeseable iceberg.
PD: como comienza este comentario, vale volver a la familia, célula esencial de la sociedad y decir con todo entusiasmo: Felices Pascuas.
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