En estas páginas hemos dicho que el dólar blue parece no tener techo, porque jugando con el parangón de que recorría la ruta 2 y llegó a Mar del Plata, kilómetro 404 o 404 pesos, hoy resulta que en estos momentos orilla los 440 pesos, lo que significaría haber pasado la localidad de Chapadmalal. Al final de la rueda hubo un paso atrás y terminó a 432(pero ayer estaba en 418). El Banco Central decidió subir la tasa y el dólar retrocedió.
El país vive un caos económico que mueve y conmueve. Desde la Coalición de gobierno, con las tres patas que parecen no formar una sola mesa, la realidad es que desde Alberto Fernández los rumores hablan de que podría bajarse mañana de una eventual candidatura por una reelección. No olvidar que mañana es el Congreso del Partido Justicialista, y ya el ex docente y sindicalista Hugo Yasky le dijo al periodista Jorge Rial que Alberto ya fue, debe dar el paso al costado para evitar la estampida y tratar de llegar lo mejor dentro de lo posible al 10 de diciembre.
La otra pata es el superministro Sergio Massa, que no puede controlar la inflación, tampoco el dólar, coquetea con el temido Fondo Monetario Nacional y hasta se da el lujo de que su esposa Malena Galmarini, a cargo de AySA, que "Massa se va a ir, cuando termine Massa", el twitt de alguien poco conocido, que ella retuiteó y que mas tarde borró, pero se hizo viral.
Y la tercera pata, la más importante y tóxica, es esta Cristina Fernández, que se muestra en un video de La Cámpora, promocionando un acto en Ferro con el lema CFK 2023. Se habla de "la morocha" salvadora, de que se "va a salir de esta mierda...", como si gobernaran otros, cuando este gobierno de tres patas disruptivas es el que manda. Ella eligió a dedo a Alberto, Massa llegó para solucionar los problemas económicos, la inflación, etcétera, y la realidad, que es la única verdad, como decía el General, es que no pudo solucionar ninguno de los temas en los que se comprometió. ¿Acaso se puede olvidar que apenas asumido dijo que en marzo o abril el número de la inflación iba a empezar con 3? Y el último índice de marzo empezó con 7 casi 8, lo que podría repetirse en abril.
Con este panorama político y económico, ¿cómo suponer que el dólar no va a seguir su estampida rumbo a Miramar por ahora?
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