Fue el 13 de marzo, un día como hoy, hace una década. El Vaticano en particular y la Nación argentina en general se conmovía con la noticia: el arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Mario Bergoglio era consagrado como Sumo Pontífice, y eligió el nombre de Francisco para su pontificado.
Sacerdote jesuita, hincha de San Lorenzo -hoy curiosamente único puntero de la Liga Profesional de fútbol- y militante por la voz de los sin voz, Jorge Bergoglio era elegido por sus pares en segunda votación en el cónclave realizado en el Vaticano.
Ya había tenido una buena elección en la anterior votación, cuando finalmente quedó como Papa, Benedicto XVI. Cuando este Papa decidió renunciar por razones de salud se abrió la puerta para que finalmente por primera vez en la historia un argentino llegara al máximo cetro de la Iglesia católica.
Pasaron diez años de aquel histórico día -todavía se recuerdan las imágenes del enviado de TN y Canal 13, el periodista Osvaldo Bazán, con asombro y orgullo repetía el apellido Bergoglio cuando desde el balcón del Vaticano se anunciaba que había habido humo blanco y que el Papa era el argentino.
En estos diez años el Papa Francisco ha realizado distintos viajes por el mundo, enfrentó distintas tormentas dentro de la Iglesia, pretendió ser mediador en conflictos, incluso últimamente dijo que podría hacerlo en el tema de la invasión rusa a Ucrania, aunque aclarando que visitaría tanto al líder de Ucrania como a su par ruso, y además debió superar achaques de la edad.
En estos días el Papa ha dado múltiples entrevistas a medios argentinos con extensas expresiones, que definen su pensamiento universal. Hoy Bergoglio tiene 86 años (fue elegido a los 76).
PEREGRINACION
Ayer un numeroso grupo de fieles de comunidades de la diócesis de Quilmes participaron de la peregrinación brocheriana a pie, una de las manifestaciones populares más importantes de la diócesis.
Mas allá de las altas temperaturas, los peregrinos iniciaron el camino en la catedral de la Inmaculada Concepción de Quilmes y terminaron en la Casa del Encuentro Santo Cura Brochero, en Bosques, con un recorrido de 17 kilómetros.
El saludo inicial estuvo a cargo del obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, luego bendijo a los presentes y en el saludo recordó al papa Francisco y los diez años de pontificado. Asimismo invitó a los presentes a encomendarse al cura Brochero.
Cerca de las 8 de la mañana, después de las indicaciones del padre Lucio Carvalho Rodrigues, vicario general de la diócesis y director del predio de Bosques dedicado al santo, los caminantes marcharon con el lema Ave María Purísima, aquí vengo a darles música.
Los peregrinos llegaron al Parque de la Ciudad Jorge Novak, Smith y Vicente López, Quilmes, frente a la parroquia San Jorge para hacer la primera parada cerca de las 9. Luego pasaron por la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Calchaquí 4949, Quilmes Oeste, para hacer el segundo descanso.
Pasado el mediodía se llegó a la Plaza del Mate, ruta 36 y Thevenet, Florencio Varela, donde fue la última parada y cerca de las 15 se completó el recorrido a pie.
Quienes no estuvieron presentes y no pudieron caminar por distintos motivos recibieron a los peregrinos que se acercaron al predio de Bosques.
Luego se ofició la misa a cargo del obispo auxiliar de Quilmes, monseñor Eduardo Redondo.
Desde la organización se destacó el trabajo de los voluntarios, los equipos médicos y todos los que colaboraron para que la peregrinación en su décima edición sea un éxito.
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