EL 24 DE MARZO, TIEMPO DE MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

 Lamentablemente, el 24 de marzo se convierte desde el ángulo del kirchnerismo y organizaciones de izquierda en una versión sesgada de una fecha que tendría que ser propia de todos los argentinos. El solo hecho de confundir la fecha con el reclamo de "Cristina presidenta" habla a las claras de que no entienden el sentido de la conmemroación.

De la misma forma en que ayer la selección argentina festejó el título mundial de hace tres meses, con 80 mil personas en cancha de River y millones siguiendo el partido y la fiesta por las pantallas televisivas -entre la TV Pública y TyC Sport sumaron un rating cercano a 50, o sea algo así como cinco millones de personas, el recuerdo de hoy, totalmente diferente a la fiesta de anoche, debería tener también el abrazo de millones de argentinos.

Sin embargo, solo la Cámpora y representantes de la izquierda se encuentran en Plaza de Mayo para recordar aquella trágica fecha del 24 de marzo de hace 47 años, cuando irrumpió la dictadura militar y durante más de siete años dejó una secuela de torturas, detenidos, desaparecidos y el repudio de la ciudadanía, que recién pudo volver a la normalidad con el retorno de la democracia el 10 de diciembre de 1983. Justamente este año se están cumpliendo cuatro décadas de democracia.

Hoy se escuchó el reportaje que en Radio Mitre le hizo el periodista Eduardo Feinman a Graciela Fernández Miejide, quien en la dictadura sufrió el secuestro y desaparición de su hijo Pablo.

Reconoció Graciela que movió cielo y tierra para conocer el paradero de su hijo e incluso confesó que en esos momentos deseó matar a los culpables, léase Videla, Agosti y Massera, comandantes de las tres fuerzas que voltearon al gobierno de Isabel Perón y sembraron la mayor tragedia que vivió el país con la dictadura militar.

Fernández Meijide hizo un racconto de la historia para esclarecer la realidad de aquellos años 70, lo que significó el regreso de un Perón herbívoro que quiso unir a los argentinos, incluso con la propuesta de una fórmula presidencial con el líder radical, Ricardo Balbín, lo que no prosperó por la negativa de la UCR.

Habló de los crímenes que se cometieron previo a la dictadura, entre ellos el del líder de la CGT, José Ignacio Rucci, por los Montoneros, lo que llevó a Perón a declararles la guerra, echarlos de la plaza (aquello de los "jóvenes imberbes") con las páginas de dolor y sangre que con el brujo López Rega convirtieron a la Triple A en un poder asesino, que tras la muerte de Perón, que regresó a la Argentina ya enfermo, llenó el país de crímenes, secuestros y demás.

La dictadura recrudeció la situación con toda su cuota de detenidos, desaparecidos, torturas, etcétera.

Fernández Meijide habló de la importancia de Raúl Alfonsín una vez vuelta la democracia con la gesta del juicio a las tres juntas militares, cuestión que La Cámpora y la izquierda parecen no tener en cuenta al recordar hoy la fecha. Simplemente, olvidan al padre de la democracia moderna y ponen el acento en la condenada Cristina Kirchner, suponiendo que está proscripta y reclamando su candidatura.

En síntesis, al decir de Fernández Meijide, quien tuvo gran protagonismo en la Conadep, sería bueno que hoy la fecha hubiera contado con la participación de todos los sectores del país que alimentan la vigencia de la democracia y que no se sesgue con algunos que pretenden arrogarse el patrimonio de la lucha por los derechos humanos.

Que haya sin duda memoria, verdad y justicia en toda su magnitud, porque como alguien publicó "la memoria selectiva no es memoria, es relato".


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