CONDENADA POR LA JUSTICIA, CRISTINA KIRCHNER SUPONE QUE NO HAY REPUBLICA

 El gobierno de los Fernández tiene tantas vueltas que semeja la realización de un vodevil, esos que escribía a rolete Alfonso Paso y que Darío Vittori solía poner en escena todas las semanas por televisión. Una comedia de enredos con puertas que se abren y se cierran, interpretaciones equivocadas y demás para conformar una pieza que orilla la comedia pero que a veces parece tragedia.

Alberto Fernández insiste con su vocación de ser reelecto y encarga a sus pilares para promover esa intención. Otro Fernández, Aníbal, es el que se encarga de difundirlo y defenderlo, con la expresión de que los propios no sigan constituyendo fuego amigo para evitar la candidatura.

La creadora de este gobierno, Cristina Fernández, no se banca la condena que le aplicó la justicia por el tema Vialidad y la corrupción -expresadas en la friolera de 1616 páginas de fundamentos- y utiliza una excusa -el doctorado honoris causa en Río Negro- para defenderse, ir contra la justicia y hacer creer a la gente que no se vive en un estado democrático.

Habla del partido judicial, utiliza el término "mafia" pero nunca contesta las acusaciones que con enormes fundamentos llevaron a la condena de los jueces. Algo así como tirar la pelota al córner, hablarle a sus seguidores y a su núcleo duro, y querer convertirse en víctima de una comedia que la tiene como protagonista.

Pretende hacer creer que está proscripa, lo cual es una tremenda mentira y sigue jugando al juego que mas le gusta y que mejor juega: hacer creer que se han confabulado los planetas en su perjuicio. Ella ha recibido nada mas ni nada menos que el castigo de sus despropósitos, de sus violaciones al sistema republicano y democrático y ahora quiere que la opinión pública se compadezca de su mala estrella. 

Dijo a los jueces una vez que la había absuelto la historia, y en realidad, con mala traducción taquigráfica, la absorbió la histeria.

Comentarios