SEBASTIAN, EL GASTO ELECTORAL Y LAS GARRAS GASTADAS DEL TIGRE


 El querido sobrino, Sebastián Menescaldi (foto), economista de fuste, director asociado de EcoGo (junto a Marina Dal Poggetto), publicó una columna interesante en el diario Clarín de ese domingo con un sugestivo título: Gasto electoral, un tigre con las garras gastadas.

Comienza diciendo las herramientas que buscan los gobiernos para consolidar y elevar su base de votantes, en los años electorales.

Para eso apuestan a la suba del gasto público, la rebaja de impuestos o el incremento de las transferencias de las familias.

Esas son políticas "expansivas", al decir de los economistas y la efectivdad depende principalmente de lograr sostener una macroeconomía estable.

Advierte que como cuestión particular del año es que el gasto electoral estará seriamente limitado, bajo la continuidad del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional.

A continuación habla de metas con el FMI: el déficit primario este año deberá retroceder desde el 2,4% del PBI observado en 2022 a 1,9%. Todo esto condicionado a ingresos que retroceden en términos del PBI y agudizar la necesidad de ajustar el gasto fisc al para reducir el déficit.

OBRAS PUBLICAS

Sebastián dijo que las primeras estimaciones hablan de que el único gasto electoral que se sostendría sería el de las obras públicas. Atado al financiamienteo conseguido en el exterior, el gasto destinado a la construcción sería similar al del año pasado en torno al 1,6% del PBI. Eso permitiría sostener la principal herramienta que contribuye a una actividad alicaidad. Obras relacionadas con energía, vialidad y aguas son las que encabezan los mayores desembolsos.

SUBSIDIOS Y TRANSFERENCIAS

El economista afirma que será distinto lo respectivo a subsidios y transferencias. "La actualización de las tarifas de los servicios públicos, o sea luz, agua, electricidad y transporte público, mediante la quita de subsidios implicará qu,e los hogares verían reducidos sus ingresos disponibles en 0,6% del PBI o el equivalente a una pérdida por hogar de 80 mil pesos anuales. Por otro lado, también los subsidios sociales se verían afectados. Tras alcanzar el 3,8% del PBI en asistencia en 2022, estos valroes retrocederían hasta el 2,9% en 2023. El mayor ajuste estaría concentrado en la imposibilidad de otorgar nuevos bonos adicionales a jubilados y preceptores de asistencia social, que permitieron sostener y acrecentar los niveles de ingresos hasta el primer semestre de 2022.

"Hoy, estas ayudas, que representan cerca del 6% de los ingresos de los hogares, vieron un retroceso en términso reales de 12,5% interanual en el último trimestre del año pasado y no se prevé que vuelven a recuperarse a lo largo de este año.

En materia de jubilaciones, Sebastián considera que se mantendrían en valores mínimos en términos reales y acumulan un deterioro del 11% respecto a los valores de finesd e 2019. No habría mejora tampoco por este lado.

CAPACIDAD DE FINANCIAMIENTO

"El problema aquí reside principalmente en la falta de capacidad de financiamienteo que tiene el gobierno, con el crédito externo cerrado, necesidad de pagos netos de servicios con el FMI y limitado a la voluntad del mercado local (asustado por el eventual riesgo de transición político) a financiar los gastos excedentes.

Advierte el economista que con una inflación anualizada del 100% y perspectiva de escasez de dólares, emitir más pesos para financiar mayores transferencias no es una opción. Solo llevará a un deterioro adicional de las expectativas y un nuevo salto de los precios que licuará cualquier mejora. Así, las opciones de política económica para mejorar los bolsillos de los ciudadanos parecen seriamente limitadas. Solo podría conseguirse algún avance si aparecen "conejos" que permitan temporalmente conseguir más recursos, pero que no son consistentes con el largo plazo e implican un deteriorio del patrimonio público en general.

Sebastián aclara que no se dice que estas políticas no se vayan a presentar. Seguramente se van a implementar medidas para endulzar el bolsillo de los trabajadores, pero probablemente su duración sea más corta que en otras ocasiones y el efecto de las mismas sea solamente de "propaganda" y no real.

Por otro lado, la macro tampoco ayuda a una auténtica recomposición de los ingresos de las familias. Sin expectativas y con inflación elevada, la actividad económica se mantiene desde hace más de un año estancada y la falta de divisas hace prever un deterioro este año. Así, los ingresos reales de las familias tampoco tienen expectativas de seguir mejroando.

"En este contexto, quizás la mejor política electoral, dada la fragilidad de la economía, será solamente intentar que no vuelque el barco y que llegue a puerto lo más entero posible, teniendo en cuenta los problemas que se esperan en el camino".

Un profundo e impactante análisis económico que permite tener una clara visión de la realidad del país en una materia tan importante, mucho más en este año electoral, donde habrá comicios en todo el país en distintas fechas, previas a las PASO de agosto y a la elección general, que será entre octubre.

En el título de la nota del economista se advierte la capacidad de pintar la actualidad, porque las garras gastadas del tigre en el año electoral sintetizan la gesta que debe intentar el ministro de Economía, Sergio Massa, que no es economista pero sí político, y que si bien sigue diciendo que no será candidato, los resultados de sus medidas serán fundamentales para que el oficialismo lo lance a la candidatura presidencial.

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