ORTEGA Y GASSET Y MARIA ELENA WALSH: JUNTOS A LA PAR...

                                                        María Elena Walsh
 Por Eduardo Menescaldi

"Juntos a la par" es un clásico tema de un músico quilmeño, Yuli Ruth, aunque muchos crean que pertenece a Pappo Napolitano, quien con su interpretación lo viralizó.

En este caso vale hacer un parangón para unir en este "juntos a la par" al filósofo español, José Ortega y Gasset y a la inolvidable juglaresa de Buenos Aires, como la llamaba el periodista y animador peruano, Hugo Guerrero Marthineitz, María Elena Walsh. Precisamente hoy se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de María Elena, en 1930.

Ortega y Gasset visitó tres veces nuestro país, la primera en 1916, la segunda en 1928 y la última en 1939. Fue un estudioso de los argentinos y en esa última visita, dio una conferencia en La Plata, donde dijo la famosa frase que lo mantiene unido con la Argentina: Argentinos a las cosas, a las cosas!

En ese discurso quedó este párrafo para compartir: "Argentinos, a las cosas, a las cosas! Déjense de cuestiones privadas personales, de suspicacias y de narcisismos. No presumen ustedes el brinco magnífico que dará este país el día en que sus hombres se resuelvan de una vez bravamente a abrirse el pecho a las cosas, a ocuparse y preocuparse de ellas, directamente y sin más, en vez de vivir a la defensiva, de tener trabadas y paralizadas sus potencias espirituales, que son egregias, su curiosidad, su perspicacia, su claridad mental secuestradas por los complejos de lo personal".

Hoy más que nunca la frase de Ortega y Gasset tiene vigencia, en este primer día de febrero de 2023, con todo lo que pasa en la política en un año electoral, que ya se vive intensamente.

Antes de incursionar en esta cuestión, vale estar juntos a la par con María Elena Walsh.

Autora de canciones para chicos y grandes, poemas, cuentos, una mujer que dejó una impronta indeleble en la historia argentina.

Había nacido en 1930 y cumplió quince años "cuando el que jedi salia al balcón", como escribió en ese tema en el que apuntaba a los ejecutivos, los que "tienen la sartén por el mango... y el mango también".

Con la reina batata, Doña Disparate y Bambuco, Canciones para mirar, entre otras, entretuvo a generaciones. Quizás uno de sus mayores logros haya sido poner a la ciudad de Pehuajó en el candelero, con la mítica Manuelita, la tortuga. 

Hoy el intendente de Pehuajó, fanático kirchnerista, se encarga de justificar el porque María Elena imaginó hace muchos años que Manuelita se iba a París... Y seguramente se quedaría para siempre, por lo menos si escuchaba las expresiones del jefe comunal, Pablo    Zurro, que tiene poca empatía con el respeto por los que piensen distinto. Son famosos sus epítetos dirigidos a los que no pertenecen a la secta K.

Ortega y Gasset y María Elena, caminando juntos a la par, serían buenos analistas de este año electoral y de este tiempo argentino. Con todas las posibilidades que puede dar el país, el filósofo volvería a pedir a los argentinos que fueran "a las cosas...".

Porque se siguen dilapidando recursos, malgastando las energias en una tierra de promisión, que tiene todo para ser exitosa y que sin embargo muestra verguenza en las cifras de inseguridad, pobreza, desocupación... etcétera. Y ahora también con la manipulación de las cifras del INDEC.

Se trata de lo que con ironía expresó días pasados en un reportaje el Papa argentino Francisco, quien contó el chiste que todavía se comenta: Dios dio todos los dones a la Argentina, y ante la queja de otros países, según el Papa (reconoció que "Se van a enojar pero es verdad...") el Supremo Hacedor hizo equilibrio porque "les dio... a los argentinos".

María Elena volvería a hacer recordar "El reino del revés", donde nada el pájaro y vuela el pez... Y Tomaría las estrofas de El país del no me acuerdo... en el que "doy dos pasitos y me pierdo".

Preguntaría por la educación y haría mugir a la "vaca estudiosa" o haría sonar la "campana de palo", con el drama de los docentes en un país que hace un siglo era ejemplo mundial en la materia y hoy muestra notas de aplazo.

Los personajes citados se involucrarían en los temas que están en el universo de los que mandan, oficialismo y oposición. Y cuando les dijeran que en el Congreso, la Comisión de Juicio Político... está embarcada en el pedido de juicio político a los miembros de la Suprema Corte de Justicia, porque el oficialismo pretende salvar a su jefa de la voracidad de la justicia, cuando una avalancha de pruebas sirvieron para condenarla por la causa de Vialidad...


                                           Ortega y Gasset

Si María Elena y Ortega decidieran este jueves presenciar la sesión de la Comisión seguramente se espantarían con los dichos de las dos partes, en una versión moderna de Titanes en el Ring, con la troupe de Martín Karadagian, con expresiones groseras, chicanas, cruce de palabras teñidas de odio, etcétera... Los dos personajes preguntarían por la división de poderes y la autonomía de cada Poder para desarrollar su actividad. 

Y si recurrieran a la Constitución Nacional se darían cuenta de que los argumentos para promover el juicio solo se apoyan en el capricho de un sector por defender a la que manda, dejando de lado la esencia del sistema republicano.

Si supieran que el ministro de Economía participa de un encuentro del oficialismo, o por lo menos de un sector, sin que se invite al presidente Alberto Fernández, al que alguno de los referentes de este grupo, como el Cuervo Larroque o el ministro del Interior, Wado de Pedro, suelen castigar con duros términos. Por mas que el hijo de la jefa, diputado nacional, asegure que "Cristina nunca maltrató a Alberto", lo que resulta desmentido en muchas ocasiones con el archivo de dichos de la vicepresidenta.

En la oposición tampoco son todas buenas noticias, porque también hay cruces entre eventuales candidatos a internas, y todos juegan el juego del poder, con los sueños puestos en el próximo gobierno.

Se viene febrero, atrás quedaron las vacaciones de enero, hoy volvieron a funcionar los tribunales, y los temas aparecen en los medios, muchas veces bastante alejados de la realidad.

Por eso, juntar a María Elena y a Ortega y Gasset vale la pena, con la esperanza puesta en que algún día se pueda concretar el poema del peruano Augusto Tamayo Vargas: Esperanza en los días que vienen...

"Yo tengo el corazón puesto sobre el futuro

puesto sobre los hijos que de mis hijos vengan

puesto en el corazón de los que vengan luego

puesto en los miles que han de vivir mañana

Tengo puestos mis brazos en las calles del mundo

puesto en los hijos que de mis hijos vengan

cuando vengan hacia la tierra las mieses del aire

cuando giren los astronautas en torno de las rosas...

Yo tengo mis pies puestos en el camino del tiempo que se viene...

Y he de llegar a verlo!".



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