Esta mañana bajó el helicóptero que trasladaba al presidente de la Nación, Alberto Fernández, a Berazategui. Fue recibido por el intendente Juan José Mussi y de ahí se trasladaron al Centro de Actividades Roberto De Vicenzo, de calle 14 y 148.
En la ocasión el primer mandatario pidió más unidad que nunca dentro del Frente de Todos y aseguró que "se puede discutir, tener diferencias pero podemos dividirnos".
De esta manera fue un tiro por elevación a la pata K de la coalición de gobierno, incluso con integrantes de su gabinete que lo han desafiado, como el propio ministro del Interior, Wado de Pedro. El propio presidente confesó que no hablaba con el funcionario, y con humor, agregó que hablaba "con el presidente".
En Berazategui acompañaron a Fernández, la vicegobernadora, Verónica Magario; los ministros de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y de Educación, Jaime Percyk.
El presidente entregó mobiliario escolar para equipar aulas y material deportivo para fortalecer clubes de barrio. Además, firmó el convenio para la construcción de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en el distrito.
La ocasión fue propicia para que Fernández envíe un mensaje a la interna del Frente de Todos, de cara al encuentro del próximo jueves de la mesa política (curiosamente ese día es el cumpleaños de Máximo Kirchner, quien celebra sus 46 años, tres días antes que su madre, que el domingo cumple 70).
"Podems discutir y tener diferencias, pero no podemos dividirnos". A esas palabras sumó un mensaje del general Perón: "Más allá de la heterogeneidad de estar separados hay un común denominador, que los enemigos de la Patria no tomen el poder". Aquí habría que preguntarle quiénes son los enemigos de la Patria y recordarle al profesor de Derecho que la arremetida contra la Suprema Corte irrumpe en contra del precepto democrático de la división de poderes.
Más adelante Fernández dijo que "el Estado debe estar presente, porque el mercado no lo resuelve todo. Desde el primer día eso es lo que hicimos, en materia de vivienda, de obras pública y de salud entre otras áreas".
Recordó que en pandemia su gestión puso en valor el Esado y se puso de pie el sistema sanitario. "No nos detuvimso, seguimos adelante y no nos equivocamos. Cometimos errores pero nunca fueron en perjuicio de la gente". Aquí también habría que recordarle el vacunatorio VIP, el adelantamiento en la cola, la fiesta de Olivos y el hecho de haber echado del Ministerio a su amigo, Ginés González García.
Se ocupó asimismo del convenio que se firmó para la construcción de una sede de la Universidad Arturo Jauretche en Berazategui. Defendió la creación de universidades públicas en el conurbano y el interior del país, y destacó la importancia de poder estudiar en el lugar donde se vive.
"¿Como privar a esa Argentina del derecho a estudiar, a tener un futuro? Si los porteños tuvimos ese privilegio, ¿por quéno lo van a tener los argentinos en cada rincón de la patria? No creo eso que dicen algunos de que los hijos de los pobres están condenados a la pobreza".
El convenio que se firmó contempla la financiación del proyecto de construcción de una sede de la UNAJ en el parque industrial tecnológico de Berazategui.
Se contempla un edificio de mil metros cuadrados con una inversión del orden de los 650 millones de pesos. Tendrá doce aulas laboratorio con capacidad para 40 estudiantes cada una, y el Salon de Usos Múltiples (SUM) de 400 metros cuadrados.
Comentarios