EL RELATO DEL GOBIERNO SOBRE EL COMBATE AL NARCOTRAFICO EN ROSARIO

 El narcotráfico sigue haciendo mella en Rosario, con un reguero de sangre y cifras que mueven y conmueven. 14 muertos en lo que va del mes hablan a las claras de una realidad que debe ser combatida para no sufrir males aun mayores.

Las cosas están llegando a mayores, con amenazas a los hombres de la justicia, balaceras, asesinatos incomprensibles como la muerte de Jimmy Altamarino, quien no tenía nada que ver con la barra de Newell´s ni con el narcotráfico, pero fue muerto de tres balazos y tirado su cuerpo frente al club rojinegro, con un mensaje mafioso a barras del club.

El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, reclamó al ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, una mayor intervención del gobierno nacional para la protección de los magistrados.

Así las cosas, desde el gobierno se suele vivir "el relato", cuando el propio Aníbal Fernández sostiene que están haciendo su tarea en forma correcta y le pide al gobernador de Santa Fe, Perotti, que se haga cargo.

Aquí vale la pena reproducir una página de propaganda del gobierno nacional, con el lema de Primero la gente, firma Presidencia de la Nación, en la que se pretende hablar de "la lucha emprendida por el gobierno nacional contra el narcotráfico no tiene respiro".

La jactancia del gobierno nacional se apoya en estos fundamentos: "Trabajamos sin campañas de prensa ni marketing, y lejos del show y las bravuconadasmediáticas. Primero, por respeto a las vidas que el narcotráfico se llevó. Pero también proque así lo indicanlas más elementales noremas profesionales de un área donde el manjeo confidencial de la información, la planificación reservada y la sorpresa son centrales para definir el éxito de una operación".

Se agrega que el esfuerzo es muy grande y se dan estos datos: 3693 hombres y mujeres de las fuerzas federales, profesionales de valía agrupadas en un comando unificado, trabajan a diario aportando lo mejor de sí en las calles de Rosario.

Desarrollo y despliegue de inteligencia criminal, cruzando información con otros organismos bajo una estrategia coordinada.

2010 procedimientos.

2077 personas detenidas por decisión de los Ministerios Públicos Fiscales provinciales y federales.

Se superó un 309% más la incautación de cocaína con respecto a 2021.

Reforzamos la presencia de Gendarmería Nacional con mil efectivos.

A partir del establecimienteo del Comando Unificado de las Fuerzas Federales, junto a la policía de Santa Fe, se elaboró un Plan de Operaciones con foco en la seguridad ciudadana y se conformó una nueva Agrupación Especial de Despliegue Rápido de GNA.

Las consecuencias del narcotráfico son demasiado dolorosas y no dejan lugar parea discusiones sin sentido, ni para el rédito político. Queremos ser parte de la solución para que los argentinos, y en particular los santafesinos spsuedan vivir más seguros".

Hasta aquí el comunicado de Presidencia de la Nación.

Pero la realidad parece mostrar que lo que se dice no se condice con lo que se hace. El hecho de que los líderes del narcotráfico decidan hechos violentos desde las cárceles, la posibilidad de conectarse desde las redes, el anuncio de que les darán fibra óptica para una mejor comunicación son hechos que demuestran que el caso Rosario todavía no ha tenido esa solución que pretende justificar el comunicado presidencial.

La voz de los comerciantes amenazados, las presiones para pagar peajes a los narcos para no recibir balaceras, la sumatoria de 44 muertos en lo que va del año constituyen un combo preocupante, que requiere tomar el toro por las astas y no seguir cabalgando en un relato inocuo.

El drama de Rosario debería ser una cuestión de Estado, donde los ministros de Seguridad de la Nación, de la provincia y también de la provincia de Buenos Aires tendrían que armar una mesa conjunto para combatir con toda intensidad un flagelo que llevó a imaginar que se está camino a repetir los malos ejemplos de Venezuela, Colombia o México.

Y en esa acción de calificar el caso de Rosario como una cuestión de Estado habría que sumar todos los recursos para evitar que el narcotráfico siga haciendo de las suyas. En Rosario se repite hasta el cansancio que la droga no se fabrica en la ciudad sino que viene desde distintos puntos. En todo caso, la información confidencial, la inteligencia, etcétera tendría que apuntar a cortar los circuitos. Las provincias por las que pasa la droga tendrían que sumar esfuerzos para ese combate.

El relato deberá mostrarse en la realidad, de lo contrario serán solo palabras de justificación, cuando este mal sigue agrietando el destino nacional de grandeza.

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